Salmos 32

Su conciencia puede que sea invisible pero ciertamente no está inactiva. ¿A quién no le mantienen despierto los ruegos de la conciencia? Una conciencia acusadora nos puede quitar el apetito, robarnos el sueño y mantenernos distraídos.

Hubo una mini novela de Edgar Allan Poe, The Tell–Tale Heart [El corazón predecible].  El personaje principal había cometido un asesinato. Sin poder escapar de la culpabilidad de lo que había hecho, comenzó a escuchar el latido del corazón de su víctima que había enterrado en el piso de su casa. Un sudor frío lo envolvía en tanto que los latidos continuaban incesantemente. Rehusaban alejarse de él. Finalmente, se da cuenta que el sonido que lo estaba volviendo loco no venía de ultratumba sino más bien de su propio pecho. Lo mismo sucede con una conciencia acusadora.

El antiguo compositor, David, conocía bien este mal irracional. Tal cómo lo veremos en unos momentos, entre más rehusaba enfrentarse  a su culpabilidad acusadora, más se enfermaba y se desesperaba. Solo el perdón podía llevarse esa molestia.

Al leer esa canción, dos cosas saltan a la vista antes de terminar con el versículo 1. Primero, notamos que este es un Salmo de David. Es una canción que David escribió bajo la inspiración del Espíritu Santo. Así que desde el principio debemos recordar que esta canción describe alguna situación de una experiencia personal de David. Segundo, notamos que es un «maskil», un término que no conocemos. Maskil es una palabra hebrea que aparece al inicio de trece canciones de este antiguo himnario hebreo. Es muy probable que esta palabra se derive del término hebreo «Sakal» que significa: «ser prudente, sabio, tener perspectiva». Tiene que ver con ese conocimiento inteligente que se obtiene a través de la razón. Según el diccionario, la palabra, «perspectiva» significa el acto de poder ver una situación. En conjunto, esto nos permite comprender que el Salmo trigésimo segundo fue diseñado para darles a sus lectores sabiduría y perspectiva al enfrentar ciertas situaciones.

La situación en este caso es el afán que acompaña una conciencia acusadora. El Salmo 51 debe considerarse junto con el Salmo 32. Ambos salmos fueron escritos después del adulterio de David con Betsabé y de haber intentado cubrir su pecado mandando a matar a su esposo en el campo de batalla. El Salmo 51 fue escrito primero, durante la angustia de la culpabilidad que estaba golpeando a David severamente. El Salmo 32 fue escrito después de esa angustia, después que él encontró el perdón y que la paz le había sido restaurada. Por eso, el tema de Salmo 32 podría ser, la paz que llega después del perdón y cómo puede alcanzarse. Desde el inicio nos damos cuenta que esta canción es increíblemente relevante; vivimos en un mundo lleno de personas bajo la sombra oscura de la culpabilidad, una sociedad que necesita desesperadamente el perdón.

Mientras lee el salmo, póngase en los zapatos de David. Es obvio que ahora se encuentra gozoso disfrutando del perdón (vv. 1-2). Luego se pone a reflexionar en los días anteriores (vv. 3-5). Dos veces, durante esta sección de la canción, agrega la palabra, «selah», la cual la mayoría de los eruditos creen que es una notación musical que indica una pausa, una reflexión. Cuando lleguemos a esas notificaciones musicales, lo mejor es hacer una pausa y leer nuevamente la estrofa, más lenta y detenidamente. Los siguientes tres versículos (vv. 6-8) miran hacia el futuro, enfocándose en aquellos que leerán después esas palabras.

La conclusión de David (vv. 9-11) exhorta a sus lectores a vivir de una manera recta. Este es un bosquejo de la canción:

I. Expresión del gozo presente (vv. 1-2)
II. Reflexión sobre los pecados anteriores (vv. 3-5)
A. Renuencia a confesarlos (vv. 3-4)
B. Disposición a confesarlos (v. 5)
III. Provisión para necesidades futuras (vv. 6-8)
A. Invitación (v. 6)
B. Protección (v. 7)
C. Guía (v. 8)
IV. Aplicación para cada creyente (vv. 9-11)
A. No sea obstinado (v.9)
B. Decídase hoy (v. 10)
C. Manténgase recto (v. 11)

Afirmando el alma: Piense en una época cuando su conciencia le acusaba por un acto vergonzoso (puede ser ahora). ¿De qué forma afectó su habilidad para comer, dormir, trabajar y concentrarse? ¿De qué manera afectó su interacción con los demás? ¿Qué hizo para encontrar alivio (si es que en verdad encontró alivio)?

Adaptado del libro, Viviendo los Salmos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2013). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmh.org). Copyright © 2019 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.