El 24 de mayo de 1965 un bote de cuatro metros de eslora se deslizó calladamente del puerto de Falmouth, Massachusetts. ¿Su destino? Inglaterra. Sería la embarcación más pequeña que jamás había hecho el viaje. ¿Su nombre? Tinkerbelle. ¿Su piloto? Roberto Manry, editor de copia de un periódico local, que pensó que diez años ante el escritorio era suficiente aburrimiento por un tiempo. Así que pidió licencia para cumplir su sueño secreto.

Roberto tenía miedo . . . no del océano, sino de los que tratarían de disuadirlo. Así que no se lo dijo a muchos, sino sólo a unos pocos parientes y a su esposa, Virginia, su mayor fuente de respaldo.

¿El viaje? Cualquier cosa, excepto placentero. Pasó espeluznantes noches sin dormir, tratando de cruzar vías de navegación sin que lo atropellaran o hundieran. Semanas en el mar hicieron que su comida se volviera insípida. La soledad le produjo alucinaciones aterradoras. Se le rompió el timón tres veces. Las tempestades lo barrieron de cubierta, y si no hubiera sido por la soga que se había atado a la cintura, jamás habría podido izarse a sí mismo de nuevo a bordo. Finalmente, después de setenta y ocho días a solas en el mar, entró en Falmouth, Inglaterra.

Durante estas noches en el bote, había soñado en fantasías de lo que haría una vez que llegara. Esperaba simplemente solicitar habitación en algún hotel, cenar solo, y luego a la mañana siguiente ver si, tal vez, la Prensa Asociada se interesaría en su relato. ¡Vaya que se disponía a una sorpresa! La palabra de que se acercaba se regó a diestra y siniestra. Para su sorpresa, trescientas embarcaciones, con sus sirenas resonando, escoltaron a Tinkerbelle al puerto. Cuarenta mil personas estaban de pie gritando y alentándolo al acercarse a la orilla.

Roberto Manry, el editor de copia convertido en soñador, se convirtió en héroe de la noche a la mañana. Su relato se ha repetido por todo el mundo. Necesitamos más Robertos con la creatividad y tenacidad de romper el aburrimiento y probar lo inusitado.

Tomado de Charles R. Swindoll, The Strength of Character: 7 Essential Traits of a Remarkable Life (Nashville: J. Countryman, 2007), 88-89. Copyright © 2007 por Charles R. Swindoll, Inc. Todos los derechos reservados mundialmente.