M. Scott Peck comienza su libro titulado «El camino menos transitado» con esta verdad: «La vida es difícil».1 Escribir o leer esta verdad es una cosa, pero aceptarla es otra. ¿Alguna vez ha luchado con las dificultades de la vida sabiendo que cambiar las circunstancias no es una opción? No está solo. La dificultad de aceptar la vida tal como es en lugar de cómo esperábamos que fuera es la razón por la que solo unos pocos eligen el camino menos transitado, el lugar en el que nos enfrentamos a la vida tal como es.

Hay una atracción en el parque de Disneyland llamado Mr. Toad’s Wild Ride (La atracción salvaje de Mr. Toad). El personaje, Mr. Toad, parece haber dado un giro equivocado que le ha llevado por un camino lleno de baches y obstáculos. Se oyen sonidos de silbatos, bocinas y carros que giran y dan vueltas hasta el final. ¡La mejor parte es bajarse de la atracción! La vida real no es como la atracción salvaje de Mr. Toad. En ocasiones el camino parece igual de imposible, pero nunca dura solo tres minutos. Los caminos que merecen la pena normalmente son largos y siempre requieren un compromiso persistente y fuerte.

¿Cuán duro ha sido su camino en los últimos meses?  ¿Se ha topado con algún bache? ¿Le resulta imposible seguir en el camino? Quizás ha tenido días como yo en que su vecina se queja de no haber llegado a tiempo a su cita para hacerse las uñas porque su querido hijo perfecto tiene un pequeño resfriadito. . .  y su reacción es decirle un par de cosas a la señora. Puede que le ofenda lo que voy a decir, pero es la verdad: me han dado ganas de atropellar a más de una persona que me ha dicho con una gran sonrisa en la cara que solo las personas fuertes pasan por grandes adversidades. ¿Según quién? La Biblia no dice nada por el estilo. De hecho, dice todo lo contrario. Cuando he estado en mis momentos más débiles, no más fuertes, es cuando Jesús ha transformado mi alma y me ha dado la libertad para descansar a pesar de las circunstancias (1 Corintios 1:27).

Puedo elegir resentir las vidas aparentemente fáciles de otras personas o puedo elegir dejar que Dios transforme el camino por el que voy yo. Pasar por el camino menos transitado no tiene nada que ver con el camino de otra persona o lo que otros hacen con sus caminos. No voy a pasar por ningún otro camino que no sea el que Dios me permita tomar.

Comprometerse a pasar por el camino menos transitado tampoco tiene nada que ver con lo bueno o lo malo que me pasa en la vida.  No tiene nada que ver con mis circunstancias, mis sentimientos o mi fuerza o debilidad humana, o mis amigos, mi iglesia o mis experiencias. Tiene que ver con creer que Dios es quien dice ser: el Creador del universo y Señor de mi vida.

Después de muchos años luchando, buscando una salida y eligiendo otros caminos que siempre resultaron no tener salida, me he comprometido a seguir la dirección de Dios, mi Padre. Puede que mis circunstancias sigan siendo difíciles, pero seguir a Dios se ha hecho más fácil al aprender a obedecer las siguientes normas de la carretera:

  1. Creo que Dios me ama y me permite experimentar dificultades con el propósito de transformarme para ser más como Cristo (Hebreos 12:11) y por lo tanto, CONFÍO en Él.
  2. Creo que los caminos de Dios y los pensamientos de Dios son superiores a los míos (Isaías 55:8-10) y por lo tanto, me RINDO ante Él.
  3. Creo que Dios es fiel para cumplir lo que ha prometido (Filipenses 1:6) y por lo tanto, DESCANSO en Él.
  4. Creo que la verdad de Dios es absoluta, sin error y es atemporal (2 Timoteo 3:16) y por lo tanto, le OBEDEZCO a Él.

Querido amigo, si se encuentra en la misma situación en que yo me encontraba antes, deseando tomar otro camino o buscando una salida, le animo a que dé la vuelta y se comprometa a pasar por el camino menos transitado, el camino que el Señor conoce perfectamente y por el que promete guiarle. ¿Le entregará su voluntad y su vida entera a Él? Si no, ¿por qué?  Cuéntenos por qué, pero antes de escribirnos, hágase estas cuatro preguntas que siguen:

  1. ¿A qué le tengo miedo?
  2. ¿Qué creo acerca de todo esto?
  3. ¿Qué no estoy dispuesto a dejar?
  4. ¿Cuáles son las razones por las que me niego a obedecer?

Comprometerse a pasar por el camino menos transitado no significa colocarse una sonrisa falsa o tener un mapa para todo el camino, ni tampoco significa ser valiente. No implica apretar los dientes y resignarse a estar atrapado en el camino. Significa que acepta las circunstancias que no puede cambiar y que cree que Dios le cambiará a usted al pasar por estas circunstancias. Significa dejar a un lado la amargura, la duda y el enfado que tenga con Dios. Significa admitir que no puede arreglar los baches o anticipar las curvas cerradas o hacerlo todo solo, y también significa confiar en que Él le va a ayudar a pasar por el camino.

Señor todopoderoso, es difícil entender y lidiar con el camino de la vida, los misterios de Tu voluntad y las circunstancias a las que nos enfrentamos. Que Tu Espíritu Santo trabaje en nuestras vidas sin importar las circunstancias que nos vengan. Padre, te damos toda la gloria y la honra y queremos aprender a confiar, a rendirnos, a descansar y a obedecerte. Amén.

1. M. Scott Peck, «El camino menos transitado: Hacia el amor, la serenidad y la plenitud» (Argentina: Editorial Vergara, 2019).

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Colleen Swindoll Thompson funge como directora del ministerio de discapacidades del ministerio de Insight for Living. A partir de los desafíos personales de criar a un niño con discapacidades, Colleen ofrece ayuda, esperanza y una buena dosis de humor al hablar, escribir y asesorar a las personas afectadas por discapacidades.