Adorando en Navidad

por Carlos A. Zazueta1 de diciembre, 2023

«Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle» —Mateo 2:1-2

«¿Cómo está su adoración en esta Navidad?»

Aliméntese de las Escrituras–Tercera etapa: servir el banquete, parte 1

por Carlos A. Zazueta20 de abril, 2021

Pues bien, prepararse para enseñar o predicar la Biblia se parece mucho a arreglar una mesa estupenda para servir una comida exquisita. El estudio cuidadoso y consistente de las Escrituras fomenta el crecimiento personal. Sin embargo, el estudiante diligente de la Biblia reconoce que su crecimiento personal es solo el principio del proceso para alcanzar la madurez espiritual. Es necesario compartir el fruto de su estudio con otras personas que están ansiosas de recibir alimento espiritual sólido y nutritivo.

¡Auméntanos la Fe…!

por Carlos A. Zazueta12 de junio, 2020

Existen momentos en la vida cuando pasamos por temporadas de sufrimiento y fuertes desafíos en los que nos vemos tentados a levantar nuestra mirada al cielo y decir suspirando: «Si tan solo tuviera más fe, Señor . . .». Pero aquí está la cosa con respecto a la fe; no es una gran fe la … Lea más

Aliméntese de las Escrituras–Primera etapa: reunir los ingredientes, parte 2

por Carlos A. Zazueta5 de marzo, 2020

Antes de meternos de lleno en la Biblia, necesitamos tener en cuenta el valor nutritivo de estudiar la Palabra de Dios. ¿Cuáles serán los beneficios de aprender a estudiar la Palabra de Dios por nuestra cuenta? Además, necesitamos alimentarnos habitualmente de las Escrituras. No es suficiente tener un pastor o un maestro que nos alimente una vez por semana; necesitamos ser capaces de preparar nuestras propias comidas espirituales a diario.

Aliméntese de las Escrituras–Primera etapa: reunir los ingredientes, parte 1

por Carlos A. Zazueta9 de enero, 2020

Es bien sabido que una salud óptima requiere una nutrición óptima. Lo mismo sucede con nuestra vida espiritual. Sin una nutrición bíblica suficiente y constante, nuestra vida interior comenzará a sufrir las consecuencias. Cuando dejamos de apartar un tiempo para digerir el alimento espiritual saludable, nos volvemos superficiales y egoístas, más exigentes y menos amables, y reaccionamos con impaciencia, apresuramiento y enojo. Estos son los síntomas de una mala nutrición espiritual en nuestra vida.