Pues bien, prepararse para enseñar o predicar la Biblia se parece mucho a arreglar una mesa estupenda para servir una comida exquisita. El estudio cuidadoso y consistente de las Escrituras fomenta el crecimiento personal. Sin embargo, el estudiante diligente de la Biblia reconoce que su crecimiento personal es solo el principio del proceso para alcanzar la madurez espiritual. Es necesario compartir el fruto de su estudio con otras personas que están ansiosas de recibir alimento espiritual sólido y nutritivo.
Autor: Carlos A. Zazueta
Aliméntese de las Escrituras–Segunda etapa: preparar la comida, parte 5
Como creyentes, somos llamados a vivir la realidad del mensaje de Cristo en nuestra vida. La convicción debe conducir al arrepentimiento, seguido por una acción obediente. Así que ha llegado el momento de someter nuestra comida a la «prueba del sabor». Apliquemos el texto a nuestra vida y nuestra vida al texto.
Aliméntese de las Escrituras–Segunda etapa: preparar la comida, parte 3
Paso #2: La Interpretación: comprender los nutrientes En el libro de los Salmos del Antiguo Testamento, el salmista David nos hace esta deliciosa invitación: «Prueben y vean que el Señor es bueno» (Salmos 34:8, NVI). La Palabra de Dios se difunde ante nosotros como una mezcla heterogénea de verdades nutritivas y satisfactorias necesarias para el … Lea más
Aliméntese de las Escrituras–Segunda etapa: preparar la comida, parte 2
Usted podrá tener sus propias frustraciones, pero la Biblia misma ofrece esperanza y ayuda para cualquiera que no entienda cómo buscar sus tesoros.
Aliméntese de las Escrituras–Segunda etapa: preparar la comida, parte 1
Si no aprendemos a estudiar la Biblia con la ayuda de las diferentes herramientas existentes (diccionarios, comentarios, etc.), pasaremos la vida alimentándonos espiritualmente de lo que otros preparan, sin importar lo saludable o tóxico que pueda ser el resultado.
¡Auméntanos la Fe…!
Existen momentos en la vida cuando pasamos por temporadas de sufrimiento y fuertes desafíos en los que nos vemos tentados a levantar nuestra mirada al cielo y decir suspirando: «Si tan solo tuviera más fe, Señor . . .». Pero aquí está la cosa con respecto a la fe; no es una gran fe la … Lea más
Aliméntese de las Escrituras–Primera parte: reunir los ingredientes, parte 3
Una vez que usted haya aprendido a preparar sus propias comidas espirituales y se disponga a saborear ese suculento platillo, es importante comenzar a formar uno a uno los siguientes hábitos de estudio que seguramente le ayudarán a interiorizar las Escrituras y aprovechar mejor los nutrientes que estas le ofrecen.
Aliméntese de las Escrituras–Primera etapa: reunir los ingredientes, parte 2
Antes de meternos de lleno en la Biblia, necesitamos tener en cuenta el valor nutritivo de estudiar la Palabra de Dios. ¿Cuáles serán los beneficios de aprender a estudiar la Palabra de Dios por nuestra cuenta? Además, necesitamos alimentarnos habitualmente de las Escrituras. No es suficiente tener un pastor o un maestro que nos alimente una vez por semana; necesitamos ser capaces de preparar nuestras propias comidas espirituales a diario.
Aliméntese de las Escrituras–Primera etapa: reunir los ingredientes, parte 1
Es bien sabido que una salud óptima requiere una nutrición óptima. Lo mismo sucede con nuestra vida espiritual. Sin una nutrición bíblica suficiente y constante, nuestra vida interior comenzará a sufrir las consecuencias. Cuando dejamos de apartar un tiempo para digerir el alimento espiritual saludable, nos volvemos superficiales y egoístas, más exigentes y menos amables, y reaccionamos con impaciencia, apresuramiento y enojo. Estos son los síntomas de una mala nutrición espiritual en nuestra vida.
El amor de Cristo nos obliga (Segunda parte)
Muchas personas piensan que cada quien debe vivir su vida como mejor les parezca, sean casados o divorciados, homosexuales o heterosexuales, religiosos o ateos.