La canción de David explora las características de una persona que disfruta la comunión con Dios en esta vida junto con siete facetas más de integridad. Considere cada una de ellas y vea el énfasis que Dios tiene sobre las relaciones.
Vida Cristiana
La norma de vida de Dios
Este salmo trata con esas obras de justicia promovidas por el Espíritu Santo mientras caminamos en dependencia total de nuestro Dios. Cuando estas cosas comienzan a disiparse de nuestras vidas, nuestra integridad inevitablemente se debilita y finalmente dañamos nuestro testimonio.
La majestad de Dios
Esta es una canción de celebración así que si usted tiene que derrotar un gigante y en este caso, el gigante es ese sentido de insignificancia, ¡anímese! Esta canción es para usted.
Dando y Viviendo el Evangelio
Si usted está luchando a brazo partido para ganarse la entrada al reino de los cielos, deténgase; porque está en el sendero equivocado.
El valor de las criaturas de Dios
Todos nosotros ansiamos sentirnos necesitados. Deseamos sentirnos queridos. Dios nos creó con el deseo de saber que podemos contribuir con algo valioso y que puede impactar significativamente en la vida de los demás.
Los atributos de Dios
Es terapéutico analizar los atributos de Dios y eso nos ayuda a recordar que Dios es siempre bueno y que sus caminos siempre son rectos.
Una vida sin comparación
La lección central del Salmo 1 es esta: no existe ninguna similitud entre la vida espiritual del justo y la vida del impío que lentamente se erosiona.
La vida impía
Muchos incrédulos viven vidas buenas y saludables, es más, algunos hacen cosas muy especiales. ¿Cómo entonces puede alguien decir que ellos no estarán en la congregación de los justos?
Un caminar intransigente
No existe ningún atajo para la madurez espiritual. Al igual que la madurez física, el desarrollo ocurre diariamente y necesita buena alimentación y un ambiente adecuado.
Tolerancia y erosión
De manera lenta y casi imperceptible, una racionalización lleva a otra, la cual crea una serie de alteraciones igualmente dañinas en una vida que antes era estable, firme y confiable. Ese parece ser el tema del salmista al componer su primera canción, y con ella nos anima a resistir hasta la tentación más ínfima que nos lleve a transigir nuestras convicciones.