Nuestra manera de hablar

¿Le interesa comunicar el amor de Cristo y crear puentes que atraigan a las personas a Él? Comience con su manera de hablar. . . y no se preocupe de que las personas podrán detectar de qué lugar usted origina. Es cuando ellos nunca adivinarían que usted es un cristiano que usted tiene algo de qué preocuparse.

Un mejor capataz

Los pensamientos, sean positivos o negativos, se vuelven más fuertes cuando son fertilizados con la repetición constante. Eso puede explicar por qué tantas personas que son tristes y sombríos se mantienen en esa manera de ser, mientras que otros que son alegres y entusiastas logran mantenerse así, aún en medio de circunstancias difíciles.

Ir . . . sin saber, Segunda parte

A veces es de ayuda recordar cómo somos llamados por Dios durante nuestro breve pasar por el planeta Tierra: extranjeros y peregrinos. Personas que están en movimiento, viviendo en carpas, libres y sin amarres, sueltos y disponibles, listos para rodar, dispuestos a romper el molde —en cualquier lugar y tiempo que Él disponga. Sin importar cosa alguna.

Ir. . . sin saber, Primera parte

Como seguidores de nuestro Señor, creemos que Él nos guía en cierta dirección. . . o a ir tras una meta precisa. Esa dirección es tan clara que no deja lugar a equivocación. No siempre lógica o explicable, pero clara.

Un mensaje para inadaptados

Ahora recuerde, Dios es el que crea trofeos de la pila de deshechos. . . el que consigue Su arcilla de debajo de un puente. . . el que forma instrumentos de hermosura de los fracasos sucios de antaño.

Descubrimientos

Hay pocas alegrías como la alegría de un descubrimiento repentino. Al instante, se olvidan los dolores y los gastos de la búsqueda, las inconveniencias, las horas, los sacrificios. Bañado por el éxtasis del descubrimiento, el tiempo se para. Ninguna otra cosa logra siquiera la mitad en importancia. Perdido en la emoción del momento, saboreamos el descubrimiento inexpresable.

La esperanza para sobrevivir

Es mejor ser dos que uno, porque ambos pueden ayudarse mutuamente a lograr el éxito. Si uno cae, el otro puede darle la mano y ayudarle; pero el que cae y está solo, ese sí que está en problemas.

Mi papá

Espero el abrir de la puerta del cielo en un futuro no tan distante. También lo hacen otros cristianos, quienes esperan con ansias el regreso de Cristo. La mayoría de ellos anticipa oír el suave pulsar de un harpa o el agudo sonar de una trompeta.

Un puente llamado credibilidad, Segunda parte

Conozco a Alguien que prometió que regresaría. Él, también, cumplirá Su palabra. De hecho, Él nunca ha roto una promesa. No hay brecha de credibilidad con Él. Él regresará. Casi no puedo esperar ver Su cara sonriente.

Un puente llamado credibilidad, Primera parte

Los ciudadanos a menudo dudan de las promesas de los políticos, y la credibilidad de un empleado es cuestionada por el empleador. Los acreedores ya no pueden creer al deudor cuando hace una promesa verbal de pagar, y muchos cónyuges tienen amplia razón para dudar la palabra de su pareja. ¡Este es un dilema terrible! Pocos son los que hacen lo que dicen que harán sin un recordatorio, una advertencia o una amenaza. Desafortunadamente, esto es cierto aun entre los cristianos.