La sombra del gigante, Segunda parte

Para ser un guerrero de Dios, para pelear a Su manera, demanda mucha más habilidad y control de lo que uno pueda imaginar. Usar la honda y piedra del Espíritu es algo mucho más delicado que golpear con el palo de la carne.

La sombra del gigante, Primera parte

Sus sonoras amenazas atravesaban el valle con regularidad escalofriante, produciendo el resultado deseado: temor. El registro sagrado nos informa que esos ruidos monótonos salidos de la boca del gigante sonaron cada mañana y cada anochecer por cuarenta largos días.

El llamado desde una cueva

¡Animo! Si David pudo manejar una cueva llena de bravucones, usted puede apretarse el cinturón y enfrentar el desafío que tiene en su propia cueva. ¿Necesita fuerzas? ¿Paz? ¿Sabiduría? ¿Dirección? ¿Disciplina? ¡Pídalo! Dios le escuchará. Él da atención especial a los gritos que proceden de cuevas.

Empiece allí donde está, Segunda parte

Si Dios puede tomar a un profeta desobediente, hacerle dar un giro completo y encenderlo espiritualmente, Él puede hacer lo mismo con usted. Él es un especialista en convertir en útil y hermoso algo que estaba roto y confundido.

Empiece allí donde está, Primera parte

Cambiar de dirección requiere saber dónde usted se encuentra. Es necesario tomar tiempo para admitir con honestidad su situación actual. Significa que hay que enfrentar la realidad, pararse solo dentro del pez y ponerse a cuentas con aquellas cosas que necesitan atención, buscando un fósforo en medio de las algas marinas. Antes de encontrar la salida, usted debe determinar en dónde se encuentra.

La persistencia, Segunda parte

Escoja cuidadosamente un objetivo, póngalo por escrito, entonces, con la persistencia de un atleta que se prepara para la siguiente olimpiada, ¡vaya tras la meta!

La persistencia, Primera parte

Aquel que comenzó lo seguirá haciendo hasta el final. Siendo el acabador original, Él persistirá. Me consuela saber que a Él no se le convencerá de dejar de lado un plan que tiene que ver con desarrollarme. ¡Yo necesito ayuda! ¿Usted no?

¿Es terminal el trauma?

Descargue. Suelte la carga y déjela caer en Su regazo. . . ahora. Permítale llevarse el estrés suyo y reciba usted el descanso de Él.

¿No puede . . . o no quiere? Segunda parte

Los que no son cristianos tienen todo el derecho y la razón para usar no puedo, porque ¡realmente no pueden! Ellos son víctimas, atrapadas y atadas como esclavos en una feroz e interminable lucha. Sin Cristo y Su poder, les falta lo que necesitan para poder experimentar cambios permanentes. ¡Ellos no lo logran porque no pueden!

¿No puede . . . o no quiere? Primera parte

Dios ha puesto dentro del cristiano algo especial, ese reservorio interno adicional de poder que es más que suficiente para contrarrestar lo que la vida pueda lanzarnos. Cuando está en operación, logros fenomenales pueden ser alcanzados, a veces hasta milagrosos.