1 Samuel 16: 1-5
Samuel estaba aterrado, ¿sabe cuál era el problema de él? ¿Dónde tenía puestos sus ojos? Bueno, ciertamente no en el Señor, los tenía clavados en Saúl.
Samuel tenía razón para estar aterrado, por supuesto desde una perspectiva humana. El rey Saúl era un sanguinario. Pero Dios estaba totalmente consciente de la situación. Al fin y al cabo, Saúl era a quien Dios iba a utilizar para moldear la vida de David en el intermedio entre las ovejas y el trono. Dios conocía a Saúl muy bien.
A propósito, ¿tiene usted a un Saúl en su vida? ¿Hay alguien que le irrita, le crispa, le causa problemas? Dios lo sabe todo. Esa persona es parte de su plan, por extraño que esto le parezca. El Señor no da respuesta a la pregunta de Samuel, sino que le dice: «Toma contigo una vaquilla del ganado, y di: ‘He venido para ofrecer un sacrificio al Señor’. Invita a Isaí al sacrificio; yo te enseñaré lo que has de hacer, y tú me ungirás al que yo te diga» (1 Samuel 16: 2, 3).
¡Sigue al líder! Eso es lo que Dios le está diciendo. Usted no necesita ser inteligente para ser obediente. No tiene que ser creativo ni ingenioso, solo tiene que obedecer. Creemos, en cierto modo, que tenemos que ser más listos que Dios en nuestras relaciones con las personas. Pero Dios dice: «Yo conozco tu situación. Te estoy diciendo exactamente lo que tienes que hacer, así que hazlo. Toma una vaquilla, ve donde Isaí, ofrece el sacrificio y mira a tu alrededor. Te diré quién es el hombre que he escogido para la tarea». ¿No era eso algo sencillo?
Dios tiene en mente para sus hijos algunas cosas muy emocionantes. Para algunos eso puede suceder mañana. Para algunos, puede ocurrir el mes siguiente, el próximo año o dentro de cinco años. No sabemos cuándo. Para algunos, eso pudiera acontecer mañana. Pero lo hermoso de esta aventura llamada fe, es que podemos estar seguros de que Dios no nos desviará. Él sabe exactamente a dónde nos está llevando, y nuestra tarea es obedecer, vivir en estrecha comunión con Dios en nuestra peregrinación terrenal. En el desarrollo de este sencillo plan, Dios nos involucra en su plan eterno.
Adaptado del libro, Buenos Días con Buenos Amigos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2007). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmh.org). Copyright © 2019 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.