1 Reyes 19: 10—18

Gracias a la actitud tierna y compasiva de Dios, Elías salió a gatas de la cueva. «Se fue de allí». Dios lo reanimó por medio del descanso y la comida, le dio un sabio consejo y lo hizo sentir importante de nuevo. ¡Eso sí que es compasión!

Después, Dios le permitió a Elías que pasara su manto a Eliseo, su sucesor. Pero el Señor hizo más que eso, muchísimo más. Porque Eliseo «se levantó, fue tras Elías y le servía». Dios no solamente le dio un sucesor, sino además un amigo íntimo, personal, alguien que amaba a Elías y lo comprendía lo suficiente como para ayudarlo y animarlo.

Dios no nos ha creado para que vivamos como ermitaños en una cueva. Nos ha creado para que vivamos en compañerismo, en comunión y en comunidad unos con otros. Por eso es tan importante la iglesia. El cuerpo de Cristo, ya que allí nos unimos en amor y en apoyo mutuo. Estamos llamados a ser parte de la vida de otros porque, de lo contrario, nos replegamos y nos concentramos en nosotros mismos, pensando en lo difícil que es nuestra situación o en qué injustos son los demás.

Elías nos recuerda levantar la mirada.

Levantemos la mirada después de que el Señor nos saque misericordiosamente de la depresión.

Levantemos la mirada cuando el Señor nos permita descansar y renovarnos después de una agenda agotadora que ha hecho sentir sus efectos en nosotros.

Levantemos la mirada y demos gracias al Señor cuando Él nos hable tierna y pacientemente desde su Palabra, después de que hayamos salido del foso de la autocompasión.

Levantemos la mirada y alabemos al Señor cuando nos da fielmente la compañía y el apoyo de un amigo que nos entiende y anima.

Levantemos la mirada y reconozcamos al Dador más que al regalo.

Digamos: «Gracias, Señor, por contarnos todo acerca de Elías», quien es un ejemplo inolvidable de que lo único que debemos hacer es levantar la mirada.

Adaptado del libro, Buenos Días con Buenos Amigos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2007). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmh.org). Copyright © 2019 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.