Hebreos 12:2

Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de él soportó la cruz, menospreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios. Hebreos 12:2

TE TENEMOS A TI, PADRE CELESTIAL, como nuestro Dios y a Tu Hijo nuestro guía. Ayúdanos a recordar que debemos centrar nuestra atención desde donde estamos ahora, hacia donde queremos ir. Gracias por señalar el camino enfática y claramente, de tal forma, que no podamos olvidarlo fácilmente. Estamos muy agradecidos de que hayas preservado Tu verdad en un libro que es intemporal, eterno, invaluable y verdadero.

Eleva nuestros corazones por encima de nuestras circunstancias actuales—por encima de las distracciones que puedan agotarnos. Que nuestros ojos se fijen en Jesús, el autor y consumador de la fe y vuélvenos nuevamente a Tu voz confiable que se encuentra en las páginas de Tu Palabra. Recuérdanos cuando miremos la cruz, lo que significa vivir de manera sacrificial, así como Tu Hijo vivió por nosotros. Pedimos que Tu bendición se pose en nuestras vidas, las cuales te ofrecemos a Ti. Llena nuestros corazones de anticipación, recordando que nuestros mejores días están por llegar.

Te damos alabanza, Dios, por el placer que nos traes y por el gozo ante nosotros. Te lo pedimos en el nombre de Jesús, a quien tanto amamos. Amén.

Véase también Filipenses 3:20; 1 Tesalonicenses 1:10.

RAZONES PARA SEGUIR
Muy bien, déjeme adivinar. Su vida está llena de actividades, citas y preocupaciones, ¿cierto? Si es así, quizás usted esté buscando valía y en sus propios logros.

Después de leer el relato de Lucas sobre la pesca milagrosa (Lucas 5:1-11), quisiera sugerirle cuatro razones por las cuales debemos dejar de impulsar nuestras propias agendas y seguir más bien la agenda del Maestro. Cada una de esas razones puede ser expuesta mediante un principio.

Jesús nos mueve de la seguridad de lo visible, a los riesgos de lo invisible.

Nada importante ocurre en la orilla. Jesús tuvo que dirigir a Sus discípulos «mar adentro» donde nadie podía tocar el fondo (Lucas 5:4). La profundidad siempre está llena de incertidumbre, pero esa es el área que Dios prefiere usar. Ahí es donde Dios hace Su mejor obra.

Jesús prueba nuestro potencial al romper nuestras redes y llenar nuestros botes.

¡Ninguno de los pescadores hubiera apostado un denario a que había tantos peces en ese lago! Cuando la mano de Dios se mueve en una situación, las redes se rompen, los ojos se abren de par en par, las barcas se ladean y los corazones cambian. Esa es la forma en que Dios muestra el potencial del ser humano.

Jesús esconde Sus sorpresas hasta que seguimos Su liderazgo. Hasta ese momento todo parecía normal. Ninguno de los barcos pesqueros tenía una aureola, las redes no brillaban, y el agua del lago no se veía diferente. No obstante, la sorpresa divina ocurrió después que ellos dejaron caer las redes al agua.

Jesús revela sus objetivos a aquellos que liberan su seguridad. Jesús pudo ver la disposición en sus rostros. Fue entonces (y sólo entonces) que Él les dijo que ellos serían «pescadores de hombres» (v. 10). Y ¿sabe que? ¡Ellos aceptaron el reto!

De vez en cuando, le será útil llevar su barca a lo profundo. Hágalo mentalmente.

Le aseguro que transformará su agenda y ya no será usted quien la dirige sino más bien su agenda se alineará a la del Maestro.

¿Ya memorizó la regla? «Nadie actúa grande. Nadie actúa pequeño. Todos actuamos medianos». Un gran consejo que viene de una casa de cartón llena de niños, quienes por cierto, son muy buenos para practicar lo que predican.

Adaptado del libro, Responde a Mi Clamor: Aprenda a comunicarse con un Dios que se preocupa por usted (Worthy Latino, 2014). Copyright © 2014 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.