Génesis 41:47-52
Dios guió al escritor de Génesis para que revelara la verdad sobre la mayoría de las áreas de la cautivante vida de José, permitiéndonos ver cómo era en realidad el hombre por dentro, e incluso lo que pensaba, y podemos resumirlo en una frase: Tenía un corazón humilde delante de Dios.
¿Por que añade el escritor estos detalles? En primer lugar, porque quiere que sepamos que José fue monógamo. No cayo en la trampa de la poligamia, como tantos que estaban a su alrededor, incluso dentro de su propia familia. Tuvo una sola esposa, y esta le dio dos hijos. En segundo lugar, y más importante aún, el escritor quiere que nos demos cuenta del significado que se halla en los nombres de los hijos de José. Ambos nombres son un juego de palabras. La nota al pie de página de la Biblia Reina-Valera Actualizada dice, refiriéndose a Manases: «La palabra en hebreo suena parecida a la que significa olvidar». Y refiriéndose a Efraín dice: «La palabra en hebreo es parecida a la que significa ser fecundo».
Al dar estos nombres a sus hijos, José proclamo públicamente que Dios lo había hecho olvidarse de todas sus desgracias, incluso de las que había padecido en la casa de su padre. Pero más allá de eso, Dios lo había hecho fecundo en un país y en unas circunstancias que solo le habían traído problemas. ¡Que humildad la de José al reconocer esto!
Los recuerdos seguían allí, alojados profundamente en su cerebro, pero cuando finalmente le llegó el auxilio, Dios hizo que se olvidara de su dolor, de la angustia que había tenido.
Es muy tentador tratar de vengarnos de los Rubén, de los Judá, de los Dan y de las señoras Potifar de nuestro pasado. De desquitarnos de quienes nos han herido, despojado y perjudicado con malas acciones y palabras horribles. Pero en vez de eso, debemos dar a luz a un Manases. ¿Pudiera ser este el momento en que le pida al Señor que borre las heridas que hay en su recuerdo? Solo Él puede hacer eso. Después de esto llegara el momento de dar a luz a un Efraín, para recodar la manera como Dios nos ha bendecido abundantemente. ¡Que nombre tan bueno y positivo: «Dios me ha hecho fecundo»! Pero la cosa va mas allá. Por la terminación plural en el hebreo, esta palabra comunica la idea de una doble bendici6n, es decir múltiples bendiciones. Es lo que llamaríamos «sobreabundancia». Y fue Dios quien lo hizo todo.
Adaptado del libro, Buenos Días con Buenos Amigos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2007). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmh.org). Copyright © 2019 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.