Salmos 46:10-11

Estad quietos, y sabed que yo soy Dios; exaltado seré entre las naciones, exaltado seré en la Tierra. El Señor de los ejércitos está con nosotros; nuestro baluarte es el Dios de Jacob. —Salmos 46:10-11

 

PADRE NUESTRO, COMO NUNCA ANTES en esta generación, dependemos de Tu protección y Tu fortaleza. Aun cuando las montañas tiemblen, los puentes se caigan, los túneles se destruyan, los barcos se hundan, aunque haya pérdidas humanas, amenazas de guerra y aunque haya terroristas y enemigos en medio nuestro, no temeremos. Tenemos una resolución firme porque nuestro refugio yace en el fundamento eterno del Dios viviente.

Oramos por los padres. Te pedimos que se mantengan firmes y valientes. Que puedan entregarte sus corazones y con ello proteger a sus hijos, especialmente aquellos que sirven en el ejército. Te pedimos por los seres queridos, familiares y amigos que sufren por la pérdida de aquellas personas que fueron asesinadas en actos terroristas y en combate en el campo de batalla.

Oramos para que les des valor y sabiduría a nuestros líderes y consejeros. Danos la suficiente confianza de seguirlos. Que nuestro país y nuestro mundo se mantengan unidos en contra de la maldad y que caigamos de rodillas en humilde arrepentimiento delante de Ti. Y en el proceso de darnos la victoria, oramos para que purgues nuestra nación. Atráenos a Ti y recuérdanos una y otra vez de que Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en tiempo de tribulación. Pedimos esto confiadamente en el nombre de Cristo, nuestro Guerrero Victorioso. Amén.

Véase también Salmos 46:1; 121:1-8; Mateo 10:28; Romanos 8:35-39; 1 Timoteo 2: 1-4.

 

VERDADERA SEGURIDAD

Cada año cuando el 11 de setiembre aparece en nuestro calendario, viene a mi memoria el Salmo 11. Cuando David escribió este salmo, posiblemente el rey Saúl lo estaba persiguiendo.

Mientras David se encontraba en el desierto de Judea, escribió las palabras: «Si los fundamentos son destruidos; ¿qué puede hacer el justo?» (Salmos 11:3). Esa es una buena pregunta. Destruya los cimientos de un edificio, y el edificio colapsará. Pero David no se estaba refiriendo a estructuras físicas; él estaba escribiendo un salmo acerca de la vida. Lo que David quería decir es esto: Si el fundamento de la vida se destruye, la vida misma se derrumba. Pero si el fundamento se mantiene seguro, no existe nada y en el caso de David, ningún ataque de Saúl pudiera hacer que una vida se fracturara y cayera. El Salmo 11 revela que David estaba poniendo a prueba esta verdad. Su vida no cayó porque sus fundamentos eran firmes.

Si esos fundamentos no hubiesen sido seguros, su vida hubiera colapsado, y hubiese caído en mil pedazos. ¿Cómo sé que sus fundamentos eran seguros? Observe el versículo 1: «En el Señor me refugio» (11:1). Un refugio es un lugar de escondite; un lugar de protección. El término hebreo, chasah, significa un lugar de protección que provee seguridad de cualquier dolor o impacto. En otras palabras, un escudo protector del peligro y la desesperación. David fue muy claro acerca de que Dios era su chasah. Y como esto era cierto, David sabía que su fundamento era seguro.

Nosotros podemos saber lo mismo. ¡No importa que tan insegura o caótica sea nuestra época! Sin importar si los terroristas destruyen nuestros edificios o matan a nuestros compatriotas. Sin importar si Dios no responde totalmente nuestras preguntas. Solo estaremos seguros cuando tengamos el fundamento sólido del Dios soberano.

Adaptado del libro, Responde a Mi Clamor: Aprenda a comunicarse con un Dios que se preocupa por usted (Worthy Latino, 2014). Copyright © 2014 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.