Ester 4: 12—17; Isaías 40:31

Ahora bien aunque lo sucedido en los tres días transcurridos entre los capítulos 4 y 5 no fue escrito, no piense en ningún momento que Dios está entretenido en otras cosas. Recuerde que, aunque es invisible, Él siempre está en actividad. Eso es lo hermoso de su personalidad. Dios puede estar moviéndose en mil lugares al mismo tiempo, actuando en circunstancias que están más allá de nuestro control. Durante un período de espera. Dios no solo está actuando en nuestros corazones, sino también en los corazones de otras personas. Y todo este tiempo está aumentando nuestras fuerzas. ¿Recuerda las palabras de Isaías en cuanto a esperar?

Pero los que confían en el Señor

renovarán sus fuerzas;

volarán como águilas;

correrán y no se fatigarán,

caminarán y no se cansarán (Isaías 4: 31, NVI)

Aunque la pluma del profeta puso estas palabras en las páginas sagradas hace siglos, este versículo de la Biblia es tan pertinente y relevante como lo que usted le hoy en la prensa de la mañana, pero mucho más confiable. De este versículo aprendemos que cuando esperamos suceden cuatro cosas.

Primero, recibimos nuevas fuerzas. Es posible que nos sintamos débiles, e incluso intimidados, cuando nos volvemos a nuestro Señor. Pero sorprendentemente, mientras esperamos, cambiamos nuestra debilidad por fortaleza divina.

Segundo, tenemos una mejor perspectiva. El versículo dice que «volarán como las águilas». Las águilas pueden divisar a varios kilómetros de distancia a un pez en un lago, en un día claro. Al remontarnos como las águilas cuando esperamos, tenemos una mejor perspectiva de nuestra situación.

Tercero, almacenamos más energías. «Correremos y no nos fatigaremos». Observe que está en tiempo futuro. Cuando nos enfrentamos a las cosas que tenemos, las enfrentaremos con nuevas fuerzas, con más energías que podremos utilizar.

Cuarto, nuestra determinación de perseverar será mayor. «Caminaremos y no nos cansaremos». El Señor nos comunica seguridad. Pone acero en nuestros huesos, por así decirlo. Comenzamos a sentirnos cada vez más invencibles.

Recibiremos nuevas fuerzas. Tendremos una mejor perspectiva. Almacenaremos más energías nuestra determinación de perseverar será mayor. Todo esto sucede cuando . . . esperamos.

Adaptado del libro, Buenos Días con Buenos Amigos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2007). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmh.org). Copyright © 2019 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.