Ester 9: 1—10: 3

Al final de la historia del libro de Ester, tenemos al mismo rey como en el comienzo, el rey Asuero. Tenemos el mismo reino, donde él reina desde la India a Etiopía, sobre 127 provincias. Tenemos el mismo país, Persia, y la misma capital, Susa. Pero algunas cosas han cambiado. Vasti no es ya la reina, sino Ester, y es una reina que se ha ganado todo el respeto y la fidelidad de su esposo. Amán fue una vez el segundo en mando, pero ya no está más en este mundo. Mardoqueo está vivo y sano. Los perversos planes han sido frustrados. El abuso ha sido desarraigado. El mal ha sido completamente vencido. Y para colmo de bienes, Mardoqueo ha sido promovido por el rey, y ahora tiene el cargo de Amán, leemos que «fue el segundo después del rey Asuero».

Cuando Dios gana, las personas que Él usa son, por lo general, insospechadas. O piense en otras elecciones insospechadas. Si usted quisiera estar al frente de un éxodo de Egipto de dos millones de personas, ¿a quién a elegiría para enfrentarse al faraón? ¿A un judío o un egipcio? Sea sincero. Y si eligió a un judío, ¿escogería a alguien que tenía un asesinato en su historial? ¿Tendría 80 años de edad? ¿Elegiría usted a un Pastor de piel curtida que no había estado en una ciudad grande en los últimos 40 años? Cuánto más usted lo considera, más sorprendente se vuelve el asunto. El currículo de Moisés no era nada impresionante: «Trabajó para su suegro como pastor de ovejas durante 40 años». Era un beduino y en la cima de su vida.

¿Habría usted elegido a una prostituta para esconder a los espías? ¿Habría escogido a un profeta rebelde y desertor para liderar la cruzada evangelista de la Gran Nínive? ¿Habría elegido a un ex fariseo que odiaba a los cristianos para que fuera un modelo de gracia y para que escribiera la mayor parte del Nuevo Testamento? ¿Habría escogido un hombre que negó a Jesús (¡tres veces!) como el mayor representante de la Iglesia primitiva?

Es que Dios hace cosas sorprendentes. Es por eso que Él levanta a un don nadie judío de la puerta real y lo convierte en un primer ministro. Dios se complace levantando a unos don nadie para utilizarlos como personas importantes. Como escribe Pablo a los corintios: «no sois muchos poderosos, ni muchos nobles», en otras palabras, no son muchos de sangre azul los elegidos. Él ha escogido a los despreciados y a muchos de los perdedores del mundo para seguir aquel que murió en la Cruz para darnos la victoria final a todos nosotros. Por tanto, como usted ha visto tan claramente en el libro de Ester, el Dios que parece no estar presente, lo está en realidad, Él siempre está presente, es omnipotente y tiene el control absoluto, incluso de su vida.

Adaptado del libro, Buenos Días con Buenos Amigos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2007). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmh.org). Copyright © 2019 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.