Proverbios 24

De todos los afanes que van erosionando nuestra paz, no hay ninguno más molesto y más doloroso que la discordia en el hogar. Las indirectas sarcásticas, la denigración, las miradas molestas, el silencio ensordecedor, las explosiones de ira y, en ocasiones, hasta el abuso verbal y físico. Un televisor encendido en la sala, una gran cantidad de platos sucios en el lavabo, portazos, sentimientos de soledad desesperados y seguramente nubes negras de temor. Tristemente, algunas de esas frases pueden describir muchos hogares. Si su hogar es así, no está solo. De hecho, Salomón y otros sabios de Israel conocían el dolor de la discordia doméstica. Ellos escribieron por experiencia personal:

El hijo necio es la ruina de su padre; y gotera continua son las contiendas de la mujer (Proverbios 19:13).

Mejor es vivir en una tierra desierta que con una mujer rencillosa e iracunda. Tesoro precioso y aceite hay en la morada del sabio, pero el hombre necio lo disipará (Proverbios 21:19, 20).

El viento del norte trae la lluvia; y la lengua detractora el rostro airado. Mejor es vivir en un rincón de la azotea que compartir una casa con una mujer rencillosa (Proverbios 25:23, 24).

Estos sabios escritores eran hombres y, por tanto, escribieron desde la perspectiva de un esposo. En todo caso, sus principios funcionan para ambos géneros, hombres y mujeres que intentan mantener un hogar productivo y pacífico. Una esposa agotada también puede decir: «Mejor es vivir en un rincón de la azotea que compartir una casa con un hombre rencilloso».

Es posible que haya llegado al punto de buscar excusas para estar lejos de su hogar o tratar de mantenerse ocupado u ocupada en alguna parte de su casa tanto como sea posible. Quizás se pregunte qué puede hacer para restaurar la armonía, para que las cosas sean diferentes. Tal vez piense que el cambio es imposible, pero le tengo buenas noticias: el cambio es posible. Los remedios para la desarmonía doméstica no son fáciles ni automáticos. Pero no tiene que sufrirlos en silencio.

Reflexión: Describa la atmósfera emocional de su hogar. ¿Quién pone el ritmo? ¿De qué forma esto impacta en sus hijos y cómo reaccionan ellos? ¿Qué tanta influencia tiene para moldear ese ambiente emocional?

Adaptado del libro, Viviendo los Proverbios (Editorial Mundo Hispano, 2014). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmundohispano.org). Copyright © 2018 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.