Salmos 139

La canción de David acerca de los atributos del Señor continúa con una celebración de la vida humana, evidencia del genio creativo de Dios.

Te doy gracias, porque has hecho maravillas. Maravillosas son tus obras, y mi alma lo sabe muy bien (v. 14).

¿No es cierto? Somos una especie maravillosa. Nadie puede negar que el cuerpo humano externamente es una combinación fenomenal de fuerza, belleza, coordinación, gracia y equilibrio. Pero si usted considera que lo externo es asombroso, ahora mire lo interno. ¡Sencillamente maravilloso! El versículo 15 describe nuestro origen.

No fueron encubiertos de ti mis huesos a pesar de que fui hecho en lo oculto y entretejido en lo profundo de la tierra.

Cuando el versículo habla de los «huesos» está utilizando el término en hebreo que significa una sustancia ósea o el esqueleto.

Nuestro esqueleto no estaba escondido de Dios cuando era «hecho en lo oculto. . .  en lo profundo de la tierra». Esta es una expresión idiomática que se refiere a un lugar protegido, un lugar seguro, como el lugar donde se esconde un tesoro. Volvemos a leer la palabra «entretejido» pero ahora surge de otra palabra hebrea que significa multicolor, algo así como una ropa de muchos colores. Moisés utilizaba el mismo término hebreo en el éxodo cuando se refería a las cortinas del antiguo tabernáculo. La idea que se transmite es similar a la de un bordado tejido. El concepto incluye nuestras venas y nuestras arterias «entretejidas» como hilos multicolores dentro del cuerpo. Dios es muy detallista en lo que respecta nuestro cuerpo. Es como un artista talentoso y cuidadoso que dedica mucho tiempo a cada color y a cada trazo. Léalo una vez más pero ahora como paráfrasis: «Mi esqueleto y mis huesos no estaban escondidos delante de ti cuando me estabas haciendo en un lugar de protección, y donde mis venas y mis arterias fueron tejidas cuidadosamente con rasgos multicolores».

Comprendí mejor este versículo hace varios años durante la conversación que tuve con un joven que estaba realizando su práctica médica. Él se estaba preparando para ser un cirujano y me comentó acerca del bello esquema de colores que Dios había colocado dentro de nuestros cuerpos. Él me dijo que nuestros órganos tenían colores definidos, y que las venas y las arterias parecían una red interna multicolor. A él le dio mucho gusto cuando le comenté que David utilizó esas mismas palabras en su canción hace varios siglos.

David concluye esta serie de pensamientos con una reiteración de la soberanía de Dios.

Tus ojos vieron mi embrión y en tu libro estaba escrito todo aquello que a su tiempo fue formado, sin faltar nada de ello (v.16).

David dice que Dios se fijó en su embrión. Cuando lo leemos en el hebreo original la palabra que tenemos como embrión puede ser un sustantivo o un verbo. Como verbo significa unir o envolver y como sustantivo significa embrión. Éste es el único lugar en todo el Antiguo Testamento donde aparece la palabra como sustantivo. Interesante, ¿no lo cree?

En otras palabras, David está diciendo: «En mis primeras horas y días de vida después de la concepción, cuando todavía era un embrión, Dios me estaba cuidando. Él nunca ha estado ausente de mi vida y nunca ha dejado de preocuparse por mí».

David ve la vida desde la perspectiva de Dios y dice que nuestro Padre Celestial señala nuestros días y los «forma» antes de nuestro nacimiento. Esa palabra formar con frecuencia se utiliza el Antiguo Testamento en conexión con un alfarero que moldea el barro para darle la forma que quiere. Dios forma nuestros días para que sean exactamente la clase de días que debemos tener y así convertirlos en la clase de persona que Él quiere que seamos. Es difícil sentirse inseguro cuando comprendemos que Dios tiene un interés constante en nuestra vida.

Afirmando el alma: Medite acerca de las implicaciones de esta sección (vv. 13-16). ¿Contradice esto la proposición de que el aborto es moralmente aceptable? Examine estos versículos cuidadosamente y trate de pensar en un argumento en contra de la posición bíblica que dice que la vida humana comienza en la concepción.

Adaptado del libro, Viviendo los Salmos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2013). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmh.org). Copyright © 2019 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.