Colosenses 3:12-13, 17

Entonces, como escogidos de Dios, santos y amados, revestíos de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia; soportándoos unos a otros y perdonándoos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro; como Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y todo lo que hacéis, de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por medio de él a Dios el Padre. (Colosenses 3:12-13, 17)

TÚ HAS ESCRITO ESTAS PALABRAS para nosotros hoy, Padre. Aun cuando fueron escritas en el primer siglo, ellas nos vienen como anillo al dedo en este siglo veintiuno. Impactan cada aspecto de nuestro ser. Tus palabras definen nuestra posición en Cristo y nuestra vida aquí en la tierra. Hablan de nuestras luchas sin pasar por alto el lado positivo e importante de la compasión, el amor, el perdón, la paciencia, la humildad y la mansedumbre. Cuanto deseamos practicar lo que creemos. Pero cuan cortos nos quedamos al intentarlo y fallamos. Hoy nuevamente nos damos cuenta de ello y reconocemos esa verdad clara que Tú has mostrado en Tu Palabra inspirada, preservada y que ahora tenemos en nuestro propio idioma. Ayúdanos a vivir de acuerdo con Tus parámetros todos los días. Y mientras realizas una cirugía profunda en nuestros corazones, permitamos que el bisturí del Espíritu extirpe esas áreas que necesitan irse. No nos permitas caer en la hipocresía. Pocas cosas son tan detestables como un cristiano falso. Ayúdanos a hablar con la verdad, hoy. Y más importante aún, que podamos vivirla el día de hoy. Que podamos presentarla a los demás de tal forma que tenga sentido. Que Tu Espíritu la utilice para llegar a sus corazones. Que nuestras vidas y las de ellos sean cambiadas como resultado de ello.

Hacemos esta oración en el nombre de Jesucristo. Amén.

Véase también Salmos 1:1; 89:14; Oséas 14:9; Efesios 4:15; Hebreos 13:8.

LA CONSISTENCIA
Consistencia. Podemos contar con ella. Allí estará mañana igual que lo estuvo ayer… sin variantes en el estado de ánimo, sin cambios inesperados o caprichosos. Ya sea temprano en la mañana o tarde por la noche, la consistencia se mantiene firme. Cuando nos muerde el dolor o los problemas, la consistencia no sangra. Cuando la mayoría se cansa y se irrita, la consistencia se mantiene estable y persistente. La consistencia no es aburrida o insensible, al contrario, es confiable y fiel. Es amiga de la razón. Nunca es obstinada sino sólida. Así es, la consistencia es sólida.

La consistencia es esa cosa de lo que la mayoría de las madres están hechas cuando uno de sus hijos se enferma… y también es aquello que los misioneros tienen que los hace entregarse por completo a su labor, a pesar de que su fruto sea limitado. La consistencia se revela a sí misma en aquellos empleados confiables que llegan a tiempo, que se enrollan las mangas y se comprometen a hacer su trabajo en vez de mirar al reloj. La diligencia es su hermana; la confiabilidad su compañera y la disciplina es su madre.

La consistencia es el ejemplo vivo de la paciencia, la determinación y la fortaleza en medio de una época cambiante y sin raíces. Quizás la ridiculicen o la critiquen, pero la consistencia se mantiene firme como una estatua de bronce en medio de la tempestad. La consistencia es una marca obvia de la madurez. Se mantiene día con día, a pesar de todo lo que pudiera desviarla.

Una de las características más magnéticas de Cristo es Su consistencia. Cuando se le necesita, Él está allí. Y aun cuando usted piensa que no lo necesita, también está allí. Él nunca llega demasiado temprano o demasiado tarde. Nunca está de mal humor y tampoco le pedirá que le llame en horas de oficina. Él está disponible siempre porque es inmutable. Con Él no hay ayer ni mañana; no hay año nuevo o año viejo. Jesús es «el mismo» siempre (Hebreos 13:8). ¿No le parece eso maravilloso?

La consistencia es una marca obvia de la madurez. Se mantiene día con día, a pesar de todo lo que pudiera desviarla.

Charles R. Swindoll Tweet esto

Adaptado del libro, Responde a Mi Clamor: Aprenda a comunicarse con un Dios que se preocupa por usted (Worthy Latino, 2014). Copyright © 2014 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.