Proverbios 28

Cuando llegamos a la cuarta y última ilustración que Agur utiliza, nos encontramos con un proverbio enigmático. Por lo general, nos encontramos con este problema cuando hay una frase que se relaciona con una experiencia cultural que ya no existe. Por ejemplo, la expresión: «vino a mí con el sombrero en mano» tiene que ver con una época pasada, cuando la mayoría de las personas usaban sombrero, y llevar el sombrero en la mano implicaba una idea de humildad ante la persona que estaba enfrente.

En la actualidad, pocas personas conocen el significado de esta expresión porque ya no es una práctica común.

En este pasaje podemos encontrarnos con la misma situación. Mi opinión personal es que la interpretación del versículo de Proverbios 28 sugiere la virtud sabia de ayudar a los demás.

La lagartija. La palabra hebrea que designa a este animal es semamit y aparece solo una vez en el Antiguo Testamento. La mayoría de los eruditos piensan que se refiere a una especie de lagartija.

Existe una palabra similar en árabe que denota una especie muy similar a esas lagartijas caseras que se alimentan de insectos. Ciertamente una persona puede «agarrarla con la mano» y matarla, pero la mayoría de las personas la tolera dejándole vivir en la casa, ya que son criaturas que no hacen daño y ayudan a resolver un problema.

La aplicación es relativamente obvia. Las lagartijas son vulnerables y pequeñas, pero generalmente son bienvenidas en los hogares hasta en los palacios de los reyes ya que no causan ningún daño y en cierta manera mejoran el ambiente. Lo mismo puede decirse de una persona sabia. A pesar de cualquier debilidad, incapacidad o desventaja, todos podemos hallar formas de ser útiles. Aun aquellas personas que son egoístas y crueles se benefician de aquellas personas que no hacen daño y que pueden ser benéficas.

Reflexión: Durante las siguientes semanas, busque formas de poder ayudar. Ya sea en el trabajo, en una fiesta para un amigo, en el centro comercial, en la iglesia. Intente ayudar donde pueda. Si se da cuenta de que existe alguna necesidad, sin importar que tan pequeña o insignificante sea, tome la iniciativa de ayudar. Note de qué forma la ayuda cambia el ambiente y la reacción que recibe de los demás.

Aun aquellas personas que son egoístas y crueles se benefician de aquellas personas que no hacen daño y que pueden ser benéficas.

Charles R. Swindoll Tweet esto

Adaptado del libro, Viviendo los Proverbios  (Editorial Mundo Hispano, 2014). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmundohispano.org). Copyright © 2018 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.