Confianza perfecta

Más tarde, cuando el santo fugitivo salió a la luz del sol, pronunció estas aleccionadoras palabras: «En donde está Dios, una telaraña es una muralla; donde Él no está, una muralla es solo una telaraña».

La esperanza es más que soñar

Esperar es tener expectativa. Sin embargo, es más que soñar. Es poseer dentro de nosotros mismos la expectación de que algún día ese deseo se realizará. La esperanza siempre mira al futuro, y siempre está de puntillas. Nos mantiene avanzando.

Un día a la vez

Cuando Dios nos extiende esperanza, cuando Dios hace promesas, cuando Dios dice: «Puede hacerse», no hay excepciones. Con cada nueva aurora se le entrega a su puerta un paquete nuevo y fresco llamado «hoy».

Si tan solo

Entretejida en la trama de todas esas palabras hay un suspiro que surge de la brega diaria del descontento. Llevado lo suficientemente lejos, conduce al callejón sin salida de la lástima de uno mismo; una de las más desagradables e inexcusables de todas las actitudes.

Sublime gracia

Dios no sonríe debido a la muerte y resurrección de su Hijo. Es gracia, amigo mío, sublime gracia.

Dos atributos clave

El contentamiento es posible cuando dejamos de esforzarnos por más. El contentamiento jamás viene de lo externo, ¡Jamás!

Busque justicia

Si debo buscar primero en mi vida el Reino de Dios y la justicia de Dios, entonces todo lo demás que haga debe estar relacionado a esa meta: en dónde trabajo, con quién pasó mi tiempo, con quién me caso, o la decisión de quedarme soltero.

Lo único que podemos cambiar

Cuando mis actitudes son las debidas, no hay barrera demasiado alta, ningún Valle demasiado profundo, ningún sueño demasiado extremo, ni ningún reto demasiado grande para mí.

¿Fe o presunción?

Actuar neciamente o sin pensar, esperando que Dios lo rescate a uno si las cosas salen mal, no es fue para nada. Es presunción.

Absoluto silencio

Estoy convencido más que nunca de que no hay manera en que usted y yo podamos avanzar a una relación más profunda, más íntima con nuestro Dios sin prolongados tiempos de quietud, sin incluir una de las más raras de todas las experiencias: absoluto silencio.