Aléjense de la cerca de la indecisión, le dijo Elías al pueblo de Israel. O están con Dios, o están contra Él.
Vida Cristiana
Ninguna duda
Hasta que llegara ese momento, Elías tenía que esperar, sin dudar, porque él estaba completamente convencido de algo que la mayoría de nosotros, en un momento u otro dudamos: que Dios siempre cumple su promesa.
El Dios de los imposibles
Me estoy refiriendo a «el Dios de los imposibles»; a aquel que tiene un poder ilimitado; a aquel que nunca ha encontrado, y que jamás encontrará, un obstáculo amedrentador que él no pueda vencer, un agresivo, enemigo que no pueda aplastar, una decisión final que no pueda anular, una persona poderosa que no pueda eclipsar.
Fe personificada
Si usted quiere ser un hombre o una mujer de Dios, es fundamental que enfrente con fe las situaciones imposibles de la vida, como las enfrentaba Elías.
Un siervo humilde
En vez de mostrarse sorprendida, ella siempre estaba agradecida y tenía una actitud positiva. Su Dios nunca defraudaba. Sus milagrosos poderes solo fortalecían la fe de ella. . . ¡y también la nuestra!
Confiar con todo el corazón
Por tanto, lleve su situación a ese lugar especial, póngase bajo la sombra del Señor, ponga la situación delante de Él, póstrese delante de Dios, implore su intervención, crea absolutamente en su milagroso poder, y niéguese a apoyarse en su propio discernimiento.
A solas con Dios
¿No desea usted a veces tener un libro donde pudiera buscar la palabra «impaciencia»? De acuerdo. «¿Qué hacer cuando me pongo impaciente ante una prueba?: Siga los pasos uno, dos, tres, cuatro y cinco. Y en caso de una emergencia severa: seis, siete y ocho». ¡Ya tiene la respuesta!
Cuando golpea la tragedia
¿Qué hace usted cuando le golpea la tragedia? ¿Qué hace cuando viene una prueba? ¿Cuál es su primera reacción? ¿Quejarse? ¿Enojarse? ¿Culpar a otros? ¿Buscar una salida utilizando su propio razonamiento?
Confiando en el poder de Dios
Dios parece a veces ponernos en un trono, y luego aprieta y aprieta hasta que pensemos, en medio del dolor de su soberana presión: «¿Qué está tratando el Señor de hacer conmigo?» Caminamos, entonces, más y más cerca de Él.
Asociaciones increíbles
Usted no puede hablar de lo que no tiene experiencia. Usted no puede animar a alguien a creer lo improbable si antes no ha creído lo imposible. Usted no puede encender la lámpara de la esperanza de otra persona si su propia antorcha de fe no está ardiendo.