La señal de que todo había cambiado fue cuando Jesucristo, el Mesías, volvió a respirar el aire de la tierra. El prometido Salvador del mundo estuvo al otro lado de la tumba. Su sufrimiento y la muerte en la cruz absorbió la ira santa de Dios, que había sido derramada por completo sobre Jesús, y la deuda justa que el pecado había producido quedó satisfecha.
1 Corintios
La Pascua máxima
Imagínese las preguntas que se agolpaban en la mente de los discípulos: ¿En realidad va a morir? ¿Cuándo? ¿Qué nos va a suceder a nosotros? ¿Vamos nosotros también a morir? ¿Qué del reino que prometió? ¿No han servido de nada todos estos años?
¡No se deje engañar!
Aunque racionalizamos nuestras decisiones débiles y nos decimos que las malas compañías en realidad no nos harán daño. («Ellos mejorarán; nuestra buena voluntad les quitará lo malo»), nos ensuciamos en el proceso.
Motivos saludables para servir
Los pacificadores alivian la tensión; no la intensifican. Los pacificadores buscan soluciones y no encuentran gusto en las discusiones. Los pacificadores calman las aguas; no las revuelven. Los pacificadores se esfuerzan para que no ocurra una ofensa… y si ocurre, buscan la resolución. Los pacificadores bajan la voz en vez de gritar. Los pacificadores generan más luz que calor.
Victoria sobre la tentación
La curiosidad es esencial para el progreso. No obstante, la curiosidad también puede ser engañosa. Si no hay un límite bíblico, la curiosidad puede llevarnos al desastre. Tiene la capacidad de hacer que nos entrometamos en las vidas de otras personas.
Piedad en una cultura despiadada
Para el mundo, los cristianos evangélicos representan una gran cantidad de conceptos confusos y contradictorios. Decimos que hemos «nacido de nuevo» pero rechazamos la reencarnación. Hablamos en voz alta con alguien que no vemos. Fundamentamos nuestra vida en un libro que creemos que Él escribió, aunque no lo vimos hacerlo.
Eva: Vivir con las Consecuencias
Era necesario un plan que solo Dios podía poner en marcha para redimir la relación de Eva y restaurar esta escena hermosa, pero trágica.
La Tumba
El hombre sin pecado que había muerto por ellos. El amigo, el maestro, el Mesías, el Salvador estaba vivo. Nada volvería a ser igual. Desde ese momento en adelante, pasarán a la eternidad gozándose por lo que había ocurrido.
Esperanza para el desvalido
El afán de la adicción no es algo que se vence fácilmente. Dios puede quitar su adicción, pero también puede ser que desee protegerle en medio de ella.
Mi Señor y Su retorno
Usted sí debe poner su vida en orden. Sí debe vivir cada día (como si fuera su último) para la gloria de Él. Sí debe trabajar con diligencia en su empleo y en su hogar (como si Él no viene sino después de diez años más) por amor a Su Nombre. Sí debe dejar caer sal en cada oportunidad que se presente. . . y mantenerse equilibrado, alegre, asequible y estable, día tras día anticipando Su regreso.