Piedad en una cultura despiadada

Para el mundo, los cristianos evangélicos representan una gran cantidad de conceptos confusos y contradictorios. Decimos que hemos «nacido de nuevo» pero rechazamos la reencarnación. Hablamos en voz alta con alguien que no vemos. Fundamentamos nuestra vida en un libro que creemos que Él escribió, aunque no lo vimos hacerlo.

Eva: Vivir con las Consecuencias

Era necesario un plan que solo Dios podía poner en marcha para redimir la relación de Eva y restaurar esta escena hermosa, pero trágica.

La Tumba

El hombre sin pecado que había muerto por ellos. El amigo, el maestro, el Mesías, el Salvador estaba vivo. Nada volvería a ser igual. Desde ese momento en adelante, pasarán a la eternidad gozándose por lo que había ocurrido.

Esperanza para el desvalido

El afán de la adicción no es algo que se vence fácilmente. Dios puede quitar su adicción, pero también puede ser que desee protegerle en medio de ella.

Mi Señor y Su retorno

Usted sí debe poner su vida en orden. Sí debe vivir cada día (como si fuera su último) para la gloria de Él. Sí debe trabajar con diligencia en su empleo y en su hogar (como si Él no viene sino después de diez años más) por amor a Su Nombre. Sí debe dejar caer sal en cada oportunidad que se presente. . . y mantenerse equilibrado, alegre, asequible y estable, día tras día anticipando Su regreso.

El hogar, Primera parte

Si usted está involucrado en actividades eclesiásticas o religiosas hasta el punto de que su hogar está afectado, usted está demasiado involucrado—y le esperan grandes problemas.

Viñetas por la Tumba

Solo aquellos que conocen el peso de un dolor devastador y repentino pueden comprender lo que María sentía al estar en la tumba de Jesús esa mañana. Nada podría haberla mantenido lejos de ese último deber de amor.

Determinación

Quítele a la vida la convicción, la disciplina y la determinación y usted le ha sacado el corazón de lo que es vivir de verdad. Usted ha eliminado el desafío que permite que el juego de la vida se mantenga estimulante y gratificante.

Los celos

Los celos y la envidia son usados de manera sinónima, pero existe una diferencia. La envidia comienza con manos vacías, lamentando por lo que no tiene. Los celos no son tan así. Comienzan con manos llenas, pero sienten la amenaza de perder lo que les llena.

Para algunos pobres pastores

La Escritura nos revela que “Dios ha escogido lo insensato del mundo para avergonzar a los sabios” y Jesús mismo, en Su edad adulta, dijo: “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a sabios y a inteligentes, y las revelaste a niños”.