Cuando Dios nos extiende esperanza, cuando Dios hace promesas, cuando Dios dice: «Puede hacerse», no hay excepciones. Con cada nueva aurora se le entrega a su puerta un paquete nuevo y fresco llamado «hoy».
Proverbios
Si tan solo
Entretejida en la trama de todas esas palabras hay un suspiro que surge de la brega diaria del descontento. Llevado lo suficientemente lejos, conduce al callejón sin salida de la lástima de uno mismo; una de las más desagradables e inexcusables de todas las actitudes.
Lo único que podemos cambiar
Cuando mis actitudes son las debidas, no hay barrera demasiado alta, ningún Valle demasiado profundo, ningún sueño demasiado extremo, ni ningún reto demasiado grande para mí.
Extender a otros
La unificación es la función principal de la familia de Dios como participante (antes de como espectador).
El dinero no lo puede comprar todo
Es Dios (solo) que puede suplirnos con «todas las cosas para que las disfrutemos». Como Séneca, el estadista romano, dijo una vez: «El dinero todavía no ha hecho a nadie rico».
Saboree la satisfacción
La comezón por las cosas, la codicia de tener más -tan brillantemente inyectada por los que comercian con eso- es un virus que drena nuestras almas de contentamiento feliz.
No hay Isla de segunda oportunidad
A todos nosotros- sí, a todo padre que he conocido- nos encantaría entrar en un túnel del tiempo y volver a la Isla de la Segunda Oportunidad. Daríamos cualquier cosa por volver a vivir esos años y corregir los fracasos y errores que cometimos la primera vez.
¿El Dulce Sabor del Éxito?
El resultado de este apetito de coma todo lo que pueda no es el contentamiento. Es náusea.
Carácter moral
Desdichadamente, nos hemos acostumbrado a hacer a un lado las fallas en el carácter moral, que se manifiestan en estilos de vida secretos y engañosos. Con frecuencia se nos dice que tratar de hallar a personas que valoren la honradez y modelen la responsabilidad, que promuevan la equidad, responsabilidad, lealtad, respeto por otros, y que tengan convicciones fuertes, rectas, no es realista para nada.
Comprobando su trabajo
Si usted llamara a su Jefe celestial, disfrazando su voz, y le preguntara sobre su desempeño, ¿qué piensa que sería la respuesta que Dios daría?