Salmos 119

Al concluir nuestro breve análisis del Salmo 119, pongamos a prueba la sabiduría, la visión y la comprensión con el siguiente ejemplo.

Imaginémonos que usted recientemente obtuvo un trabajo que no era lo que usted esperaba. Usted le había pedido a Dios un empleo y en poco tiempo usted logró conseguir trabajo. Usted estaba agradecido. Después de unas semanas, sin embargo usted se dio cuenta que las condiciones de trabajo daban mucho que desear. Además, todos sus compañeros de empleo no son cristianos. Su reacción natural sería la decepción y quizá hasta la desilusión. Esto, por ende, causaría una irritación diaria y posibles discusiones con otras personas. Su vida pronto podría llenarse de ataques pesimistas y negativos hacia otros y quizás hasta Dios. La motivación se va y el poco entusiasmo comienza a residir en su vida.

Ha llegado el momento de aplicar algunos principios bíblicos fundamentales. Digamos que usted está compenetrado con la Palabra de Dios; que cada día usted está absorbiendo sabiduría, cultivando la visión y obteniendo conocimiento. Usted descubre gracias a Romanos 8:28 que Dios utiliza todas las cosas para bien, aun aquellas experiencias que no son placenteras. También descubre en Romanos 5:3-5 que Dios utiliza los momentos difíciles para que nosotros maduremos en nuestra fe.

Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce perseverancia, y la perseverancia produce carácter probado, y el carácter probado produce esperanza. Y la esperanza no acarrea vergüenza porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado.

Esta verdad le da una perspectiva diferente. Usted es el «proyecto personal» del Señor. Su plan es que usted crezca en madurez y sea una persona estable. Él está buscando su bien. No hay coincidencias en la vida cristiana; todas las cosas (hasta su empleo miserable) son herramientas en las manos de Dios y él está moldeando su carácter. Usted aprende a aceptar que su empleo, con todas sus limitaciones e irritaciones, es el lugar perfecto para que Dios le desarrolle y le haga más cómo su hijo. En vez de resistir o buscar la primera ruta de escape, usted toma la determinación de enfrentar cada día como otra oportunidad para madurar en gracia con los demás y someterse a Él. La sabiduría la ayuda a ver su situación desde la perspectiva de Dios.

Después de un tiempo, los que trabajan con usted ya no le molestan tanto porque la Palabra de Dios le ha enseñado a cómo ver a través de los problemas superficiales. Usted entonces se da cuenta que los asaltos verbales le indican que existe un problema más profundo internamente en ellos. También descubre que usted no necesita ver el abuso de manera personal, porque en realidad no es a usted, personalmente, a quien atacan. En poco tiempo, su visión le ha hecho que no caiga en una actitud vengativa, fría e irritable. En lugar de discutir con ellos, usted encuentra maneras de ayudar a sus compañeros de trabajo.

Usted ha comenzado a reaccionar ante esa ocupación que antes era molesta con una actitud positiva. El tiempo que usted ocupó leyendo la carta de Santiago, por ejemplo, le ha enseñado a ser cuidadoso acerca de lo que usted dice y cómo usted se comporta ante aquellos que no conocen a Cristo de manera personal. Además, al hacer su trabajo de manera diligente sin importar las circunstancias, le ha servido para tener comprensión. Y para su propia sorpresa, usted ha comenzado a disfrutar y a aceptar el desafío de su situación porque sabe que es exactamente donde el Señor lo quiere. Es un lugar ideal para representar a Cristo.

No me malentienda. No le puedo garantizar que por medio de su interacción diaria con la Escritura usted puede transformar su ambiente. Algunas circunstancias no tienen solución. Créame, como pastor, nunca desecho la posibilidad de una intervención divina milagrosa, pero he llegado a ser lo suficientemente sabio para reconocer mis propias limitaciones.

Así que no quiero crearle la impresión de que se puede cambiar el mundo con solo obtener comprensión espiritual. Le garantizo, sin embargo, que usted será transformado. Y a través de su madurez espiritual, el Señor mejorará mucho su ambiente. De todas maneras, usted será transformado. Su actitud cambiará. El entusiasmo llenará el vacío creado por la desesperanza y la impotencia.

La Palabra de Dios es para usted, no solo para los teólogos o para el pastor; ¡es para usted! No hay ninguna situación que usted no puede enfrentar si realmente toma en serio leer diariamente el Libro de libros. Un gran lugar para comenzar es el Salmo 119, especialmente si el afán del poco entusiasmo ha empezado a causar estragos en su vida.

Afirmando la palabra: En base a su propia experiencia, aplique el concepto de la sabiduría, la visión y la comprensión a una situación personal. Describa, por escrito, una circunstancia, que usted considera, se ha convertido en su mayor desafío espiritual, emocional y mental. Lea los siguientes pasajes que hablan sobre las pruebas: Juan 14:26-27; Juan 17:13-21; Romanos 8:18-25, 28-39; 2 Corintios 1:3-5; Filipenses 4:12-13; Santiago 1:2-6. 1 Pedro 1: 6-9; 4:12-16,19. Luego escriba una descripción de cómo usted cree que cada pasaje podría aplicarse a su situación específica.

Adaptado del libro, Viviendo los Salmos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2013). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmh.org). Copyright © 2019 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.