1 Samuel 10—11:15

Cuando la gente dio con el nuevo rey, lo celebraron. ¿Y por qué no? Era un día glorioso. Saúl era alto, fuerte, modesto y tenía el apoyo de toda su nación. Desde el punto de vista humano, era el inicio de una nueva era. Pero desde el punto de vista de Dios, fue un día triste. Su pueblo lo había rechazado a él como rey, sustituyéndolo por alguien tan impresionante como un apuesto actor de cine. A diferencia de toda esa gente alborozada, Dios sabía que este no era el comienzo de los días de gloria de Israel. Pronto comenzaría a producirse un desastre.

Casi de la noche a la mañana, Saúl rompió todos los índices de popularidad. Había demostrado que era un guerrero valiente y capaz, un competente general y un líder vigoroso. Cuando los amonitas atacaron, Saúl actuó con arrojo y firmeza, y lo hizo con honra. Esto le ganó la confianza del pueblo, y también unas excelentes palabras de apoyo de Samuel. Pero no olvide que esta historia es una tragedia, celos y de intentos de asesinato. Después de varios años muy dolorosos, se convirtió en un tipo cruel, maniático y digno de lástima que finalmente se suicidaría. La iniquidad había comenzado a invadir su vida, como se vierten las aguas servidas en un botadero, muy por debajo de la superficie, bajo el manto de la noche. A esa iniquidad nadie podía verla. De hecho, por mucho tiempo nadie pudo siquiera olerla, pero lentamente contaminó las aguas del alma.

Una de las principales cualidades que yo busco en un miembro o empleado potencial de nuestro personal es la modestia. Quiero que la persona esté segura de sus capacidades, pero también que considere su trabajo un poco amedrentador. Esto me dice si la persona tiene una perspectiva saludable del cargo que estamos tratando de llenar. ¡Que sea amedrentador! Una persona modesta estará más inclinada a confiar en el Señor para su éxito, y mucho menos propensa a fracasar. Siempre me causan recelo las personas que buscan ser el centro de atención.

Una persona modesta estará más inclinada a confiar en el Señor para su éxito, y mucho menos propensa a fracasar.

Charles R. Swindoll Tweet esto

Adaptado del libro, Buenos Días con Buenos Amigos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2007). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmh.org). Copyright © 2019 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.