Año Nuevo… ¿vida nueva?

Al hacer memoria de los recuerdos de este año, deberíamos preguntarnos: ¿Me he acercado más al Señor en este último año? ¿Ha habido progreso espiritual en mi vida? ¿He desarrollado más los dones que Dios me ha dado?

Cultivando el cambio de vida

¿Está usted pasando por momentos difíciles en estos días? ¿Se ha sentido tentado a rendirse si las cosas no cambian? ¿Se ha preguntado por qué cada vez más personas no siguen sus convicciones? Créame, lo entiendo. Permítame sugerirle un plan alternativo que aprendí del rey David durante una de sus pruebas más difíciles.

Visiones Luminosas Brillan desde lo Lejos

Una falta de dirección específica o una palabra de aliento por parte de Dios dejó a los israelitas con una sola opción: confiar en que Dios continuaba obrando en su época tal como lo había hecho en el pasado.

Pretextos

Aunque he conocido gente así, no puedo, sin embargo, entender la actitud de Saúl. ¿Cómo puede ser tan torpe una persona? Desobedeció el mandamiento expreso del Señor, quedándose no con unas pocas cosas que eran anatema, sino con todo lo que era valor.

La desobediencia de Saúl

La confrontación rara vez es agradable, pero con frecuencia es necesaria. A todos nos hace falta un Samuel, alguien a quien le importe más nuestro carácter que nuestra comodidad. Muchas veces, esa clase de amorosa sinceridad exige palabras duras.

Un día triste

Casi de la noche a la mañana, Saúl rompió todos los índices de popularidad. Había demostrado que era un guerrero valiente y capaz, un competente general y un líder vigoroso. Cuando los amonitas atacaron, Saúl actuó con arrojo y firmeza, y lo hizo con honra. Esto le ganó la confianza del pueblo, y también unas excelentes palabras de apoyo de Samuel. Pero no olvide que esta historia es una tragedia, celos y de intentos de asesinato.

El ancla de la realidad

El secreto para sobrevivir es lo que usted hace antes cuando las aguas están tranquilas. Si mientras usted lee este libro su vida está libre de tormentas, le aconsejo que aproveche este periodo de calma. Dedique tiempo a la palabra de Dios. Estudie las cartas inspiradas que el Señor le ha dado para el viaje de la vida. Profundice su andar con Él por medio de la oración y devoción personal.

El ancla de la renovación

Simplemente, dígale a Dios lo que le está sucediendo. Luche por saber cuál fue la razón de la tormenta. Busque la dirección de Dios, y no desista hasta estar satisfecho con la respuesta del Señor.

El ancla de la unidad

La naturaleza humana quiere retirarse a un lugar donde cada uno de nosotros pueda estar totalmente a solas, echar llave a la puerta y cerrar las persianas. Separados de todo el mundo, nos hundimos más en la depresión.

El ancla estabilizadora

Hay momentos azarosos cuando llegamos al punto de abandonar toda esperanza. Pero en esos momentos difíciles y angustiosos, Dios nos dice: «No tengas temor, porque yo tengo un plan».