La soberanía de Dios

Dios reina sobre el mundo

Porque Dios es Rey de toda la tierra . . .
Dios reina sobre las naciones;
sentado está Dios en su santo trono. (Salmo 47:7-8)

Él domina con su poder para siempre;
sus ojos velan sobre las naciones;
no se enaltezcan los rebeldes. (Salmo 66:7)

Dios está en control de las naciones

“Él es quien cambia los tiempos y las edades;
quita reyes y pone reyes;
da sabiduría a los sabios,
y conocimiento a los entendidos.” (Daniel 2:21)

Dios es soberano sobre nuestras vidas

“Porque su dominio es un dominio eterno,
y su reino permanece de generación en generación.
Y todos los habitantes de la tierra son considerados como nada,
mas Él actúa conforme a su voluntad en el ejército del cielo
y entre los habitantes de la tierra;
nadie puede detener su mano,
ni decirle: «¿Qué has hecho?»” (Daniel 4:34b-35)

Porque Dios es quien obra en vosotros tanto el querer como el hacer, para su beneplácito. (Filipenses 2:13)

Los caminos de Dios van más allá de nuestro entendimiento

Por el SEÑOR son ordenados los pasos del hombre,
¿cómo puede, pues, el hombre entender su camino? (Proverbios 20:24)

“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos,
ni vuestros caminos mis caminos”, declara el SEÑOR.
”Porque como los cielos son más altos que la tierra,
así mis caminos son más altos que vuestros caminos,
y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.” (Isaías 55:8-9)

¡Oh, profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos! Pues, ¿quién ha conocido la mente del Señor?, ¿o quién llegó a ser su consejero?, ¿o quién le ha dado a Él primero para que se le tenga que recompensar? Porque de Él, por Él, y para Él son todas las cosas. A Él sea la Gloria para siempre. Amén. (Romanos 11:33-36)

La naturaleza de Dios

Dios no practica la injusticia

Él es la Roca, sus obras son perfectas, y todos sus caminos son justos. Dios es fiel; no practica la injusticia. Él es recto y justo. (Deuteronomio 32:4 NVI)
“Escúchenme, hombres entendidos: ¡Es inconcebible que Dios haga lo malo, que el Todopoderoso cometa injusticias!” (Job 34:10 NVI)

Que nadie, al ser tentado, diga: “Es Dios quien me tienta.” Porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni tampoco tienta él a nadie. (Santiago 1:13 NVI)

Dios nos muestra amor

Tú, Señor, eres bueno y perdonador; grande es tu amor por todos los que te invocan. (Salmo 86:5 NVI)

El SEÑOR es clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor . . . . El SEÑOR es justo en todos sus caminos y bondadoso en todas sus obras. (Salmo 145:8, 17 NVI)

Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. (Romanos 5:8)

La soberanía de Dios y la maldad

La maldad proviene del diablo

El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha pecado desde el principio. El Hijo de Dios se manifestó con este propósito: para destruir las obras del diablo. (1 Juan 3:8)

Dios permite la maldad pero la restringe

En las generaciones pasadas permitió que todas las naciones siguieran sus propios caminos. (Hechos 14:16)

Es cierto que el misterio de la maldad ya está ejerciendo su poder; pero falta que sea quitado de en medio el que ahora lo detiene. (2 Tesalonicenses 2:7 NVI)

Dios juzga y juzgará a aquellos que practican la maldad

La ira de Dios viene revelándose desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los seres humanos, que con su maldad obstruyen la verdad. (Romanos 1:18 NVI)

Porque el que procede con injusticia sufrirá las consecuencias del mal que ha cometido, y eso, sin acepción de personas. (Colosenses 3:25)

La respuesta de Dios a la maldad es Jesús

Así que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre, Él igualmente participó también de lo mismo, para anular mediante la muerte el poder de aquel que tenía el poder de la muerte, es decir, el diablo. (Hebreos 2:14)

¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?. . . Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquél que nos amó. (Romanos 8:35, 37)

Confiando en Dios

Podemos confiar en Dios que es nuestra fortaleza

Dios es nuestro refugio y fortaleza,
nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
Por tanto, no temeremos aunque la tierra sufra cambios,
y aunque los montes se deslicen al fondo de los mares. (Salmo 46:1-2)

“Estad quietos y sabed que yo soy Dios;
exaltado seré entre las naciones, exaltado seré en la tierra.”
Es SEÑOR de los ejércitos está con nosotros;
nuestro baluarte es el Dios de Jacob. (Salmo 46:10-11)

Al de firme propósito guardarás en perfecta paz,
porque en ti confía. (Isaías 26:3)

Podemos confiar en Dios que siempre está con nosotros

“No temas, porque yo estoy contigo;
no te desalientes, porque yo soy tu Dios.
Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré,
sí, te sostendré con la diestra de mi justicia.” (Isaías 41:10)

“Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo,
y si por los ríos, no te anegarán. . .
Porque yo soy el SEÑOR tu Dios,
el Santo de Israel, tu Salvador. . .
No temas, porque yo estoy contigo.” (Isaías 43:2a, 3a, 5a)