Épocas de bendición

El Salmo 149 es uno de los cinco salmos de «alabanza a Dios» que concluyen el himnario antiguo de los hebreos. Al igual que los otros cuatro, comienza con el precepto, «¡aleluya!» que nos lleva a exaltar la bondad de Dios.

Sinceridad para Dios

Antes de concluir el Salmo 139, David le hace una petición final a Dios en los versículos 23 y 24. Esas palabras son muy conocidas para la mayoría de los cristianos.

Enojo contra los enemigos de Dios

David meditaba en el diseño intrincado que Dios había puesto en la humanidad en el Salmo 139 y en el amor leal del Señor por cada individuo. Eso lo hacía enojarse con los enemigos de Dios.  Él pensaba: «¡Son tan malos! ¡Son tan desleales! ¡Es inexcusable que quieran rebelarse ante Dios!»

Nada escapa al cuidado de Dios

La canción de David acerca de Dios analiza el diseño del cuerpo humano y el cuidado individual que Dios tiene por la concepción de cada uno de los seres humanos. La vida de ninguna persona está fuera del cuidado de Dios y Él le da un propósito a cada persona.

Una especie maravillosa

La canción de David acerca de los atributos del Señor continúa con una celebración de la vida humana, evidencia del genio creativo de Dios.

No hay nada encubierto de Dios

En los versículos 11 y 12 de la canción de David acerca de la magnificencia y la cercanía de Dios, él anuncia que ni siquiera las tinieblas afectan la presencia de Dios.

Dios está más cerca que nunca

Entendido, Dios me conoce y me controla; Él puede hacerlo en cualquier distancia, sin importar si es a millones de millones de años luz en el espacio. Pero, ¿está cerca de mí? Según el Salmo 139, la canción de David acerca de los asombrosos atributos de Dios, la respuesta es afirmativa.

El control de Dios en los detalles

La canción de David acerca de los atributos asombrosos de Dios continúa en tanto que se maravilla por la habilidad de Dios de seguir en completo control de su universo.

Importante para Dios

Para el salmista, Dios estaba allí con él. ¿Sabe que es lo mejor? Que eso significa que Dios está aquí con nosotros. Le podemos conocer porque Él es real.