Confiar con todo el corazón

Por tanto, lleve su situación a ese lugar especial, póngase bajo la sombra del Señor, ponga la situación delante de Él, póstrese delante de Dios, implore su intervención, crea absolutamente en su milagroso poder, y niéguese a apoyarse en su propio discernimiento.

A solas con Dios

¿No desea usted a veces tener un libro donde pudiera buscar la palabra «impaciencia»? De acuerdo. «¿Qué hacer cuando me pongo impaciente ante una prueba?: Siga los pasos uno, dos, tres, cuatro y cinco. Y en caso de una emergencia severa: seis, siete y ocho». ¡Ya tiene la respuesta!

Cuando golpea la tragedia

¿Qué hace usted cuando le golpea la tragedia? ¿Qué hace cuando viene una prueba? ¿Cuál es su primera reacción? ¿Quejarse? ¿Enojarse? ¿Culpar a otros? ¿Buscar una salida utilizando su propio razonamiento?

Confiando en el poder de Dios

Dios parece a veces ponernos en un trono, y luego aprieta y aprieta hasta que pensemos, en medio del dolor de su soberana presión: «¿Qué está tratando el Señor de hacer conmigo?» Caminamos, entonces, más y más cerca de Él.

Asociaciones increíbles

Usted no puede hablar de lo que no tiene experiencia. Usted no puede animar a alguien a creer lo improbable si antes no ha creído lo imposible. Usted no puede encender la lámpara de la esperanza de otra persona si su propia antorcha de fe no está ardiendo.

Prueba severa

Eso es lo que hace una prueba severa. Eso es lo que hace un horno de fundición. Saca toda la escoria a la superficie para que pueda ser retirada, dejando así una mayor pureza.

Carrera de obstáculos

El curso de capacitación de Dios se realiza periódicamente a través de toda la vida cristiana. Allí, en el centro mismo en los obstáculos, del dolor y de la soledad, llegamos a darnos cuenta de cuán vivo está Dios en nuestras vidas, de su realidad y su control.

Echar las bases de la valentía

¿Le ha sucedido a usted lo mismo alguna vez? «Señor, hazme un hombre santo. Señor hazme una mujer conforme a tu corazón». Mientras tanto, en su corazón está pensando: pero que no me duela mucho.

Situaciones difíciles

Cuando nos encontramos en situaciones difíciles, tendemos a sentirnos abandonados, a volvernos resentidos, y a pensar: ¿Cómo pudo Dios abandonarme?

El arroyo se había secado

Hubo un tiempo en que usted conoció la satisfacción de tener una respetable cuenta bancaria, un negocio próspero, una carrera emocionante y en expansión, un emocionando y magnifico ministerio cristiano. Pero el arroyo se ha secado.