Las familias que se desintegran son las que justifican las conductas incorrectas, y de ese modo se convierten en parte del problema. Elí participaba de la conducta de sus hijos. Lo sabemos, porque engordó con la comida que sus hijos robaban del altar.
1 Samuel
Familias que se desintegran
La tentación de cualquier hijo del que está dedicado al ministerio cristiano es ver el trabajo del ministerio como un trabajo más, como cualquier otra ocupación religiosa. Derribar esa muralla de «religión pública» debe ser la gran responsabilidad del padre-ministro, si quiere que sus hijos entiendan que no se trata de una profesión más.
Vigilar a los hijos
Dios ha preservado para nosotros historias fascinantes con el propósito de dejarnos lecciones perdurables. Los padres, en particular, deben prestarles atención. He notado que la parálisis del liderazgo de Elí es común. . . aun entre los que están en el ministerio.
El triste ambiente de Israel
El pueblo de Israel había vuelto a un estilo de vida relajado, que podría describirse como absolutamente complaciente. Su actitud hacia Dios y su visión para ellos, como nación, se había vuelto indiferente, desinteresada y aburrida.
Misión cumplida
La oscuridad cubrió a Jerusalén durante las tres horas finales de la vida de Jesús. Los Evangelios no anotan absolutamente nada que se haya dicho durante ese tiempo; sino hasta el mismo fin. La oscuridad reflejaba la inimaginable agonía espiritual que Jesús atravesaba.
Principios contra preceptos
El concepto que algunos de nosotros tenemos de la vida es: «Bueno, uno gana, y uno pierde. Uno hace lo más que puede. Nadie es perfecto». Otros dicen: «Si Dios lo dice, quiero hacerlo». Estos son realmente de quienes se dice son «conforme al corazón de Dios».
Señor, toma el control
Venimos, en realidad, como ovejas, delante de nuestro Señor, no para pedirle que cambie de bando, sino simplemente para que Él tenga el control.
Su epitafio
Pero esta es la buena noticia para los creyentes: quienes conocemos al Señor Jesucristo llevamos dentro de nosotros un alma y un espíritu renovados, esa parte nuestra que Él invadió en el momento que nacimos de arriba, es decir cuando pusimos nuestra fe en el Señor Jesucristo y su obra por nosotros en la cruz. Él ha hecho su residencia allí y nos ha dado una nueva naturaleza.
Él se ocupará de eso
No hay ninguna situación imposible que Dios no pueda manejar. Él no la manejará necesariamente a nuestra manera, pero la manejará.
«Nuestro pronto auxilio»
Por primera vez en varios meses, David mira hacia arriba y dice: «Oh Señor, ayúdame». Y Él lo hace, como siempre. Él es «nuestro pronto auxilio» cuando se necesita.