El viaje de los Magos del Oriente de Babilonia a Belén, dirigidos por la estrella se convierte en un increíble capítulo más de la venida de Dios en forma humana.
Mateo
¡Maravilloso Es!
Es difícil saber si en esas primeras horas, Dios le dio a María una breve premonición de los años por venir, cuando alguien señalaría a su Hijo y diría: “He aquí el cordero de Dios que quita el pecado del mundo” o aquel momento cuando la promesa se cumpliría y una espada penetraría Su alma.
Adorando en Navidad
«Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle» —Mateo 2:1-2
«¿Cómo está su adoración en esta Navidad?»
La respuesta personal a nuestro rol
Dios nos ha llamado a ser luz y sal en una sociedad oscura y sin sabor, será necesario que nos comprometamos a la tarea que se nos presenta.
«¿Hay alguien quien me pueda detener, por favor?», Segunda parte
Lo que comienza como auto mejoría se convierte en auto esclavitud . . . lo que comienza como un simple y suave cambio de ritmo conduce a una maratón de fanatismo.
Sanando, Primera parte
Si el pecado original nunca hubiera estado presente en el jardín del Edén , la humanidad nunca hubiera conocido la enfermedad o la muerte. En el sentido más amplio de la palabra, toda enfermedad y todo sufrimiento hoy son el resultado del pecado original.
Las riberas del Lago Contentamiento, Primera parte
Pero hay un mensaje subliminal que hace detonación en lo profundo de nuestras cabezas —de forma silenciosa si bien con fuerza. Como esquirlas, pensamientos son insertados en la mente, comunicando un mensaje que daña si no somos cuidadosos. ¿Y cuál es el mensaje?
Más allá de hoy
¡Cuánto mejor es invitar al Señor, quien está vivo y conoce todas las cosas, que le muestre la manera de hacer que los años venideros sean mucho mejores que los que vinieron antes! Que le permita ser mejor, como también mayor.
Viñetas por la Tumba
Solo aquellos que conocen el peso de un dolor devastador y repentino pueden comprender lo que María sentía al estar en la tumba de Jesús esa mañana. Nada podría haberla mantenido lejos de ese último deber de amor.
El lugar de la calavera
La tradición cristiana más antigua y sólida ubica el lugar de la crucifixión, el entierro y la resurrección de Jesús en un sitio en Jerusalén que hoy no nos da ni la más leve indicación de lo que fue su apariencia original. El nombre en arameo de esta formación rocosa, Gólgota (calvaria en latín), refleja muerte en su traducción: «lugar de la calavera».