El Salmo 100 no pierde el tiempo con acciones preliminares. En vez de tratar de convencer al lector a que alabe a Dios por su bondad y por sus muchas bendiciones, el compositor presenta seis acciones imperativas, comenzando con el primer versículo.
Aliento y Consuelo
Una ventaja táctica
Una vez que su éxito en la batalla contra los ataques del diablo ha sido predicho, el Salmo 91 continúa con varios compromisos de parte del Señor. Él ha prometido darle una ventaja táctica, la cual el compositor enumera en los versículos finales.
Refugiándose en Dios
En el Salmo 91, el compositor reconoce que Dios es un refugio cuando las fuerzas del mal lo atacan. Analice a su enemigo y calcule cuáles son sus oportunidades de sobrevivir (al igual que las nuestras) en una batalla.
Lo que Dios hace
Los dos primeros versículos del Salmo 91 representan el carácter fiel de Dios. Ahora los versículos 3 y 4 describen lo que Dios hace.
La protección y el cuidado de Dios
El primer versículo de Salmo 91, una canción acerca de luchar contra las fuerzas del mal, establece el contexto del resto del capítulo.
Aferrándonos a la luz de la esperanza
En el torbellino de la vida moderna, donde los desafíos parecen incesantes, la esperanza a menudo se percibe como algo fugaz, un destello en la oscuridad. Pero en medio de este caos, la Palabra de Dios brilla como un faro de luz, revelando que la esperanza es más que un deseo pasajero; es una promesa divina, una certeza inquebrantable. Estas historias nos invitan a aferrarnos a la esperanza en las promesas y lealtad inmutables de Dios.
La guerra contra la maldad
El adversario trabaja tiempo extra en cualquier lugar donde pueda encontrar una fisura en las relaciones o un pecado habitual que manipular. Debemos estar agradecidos por esta canción en la Escritura.
La canción del desierto
El Salmo 63 continúa con una quinta decisión que él había tomado para poder ampliar su relación con el Señor: decidió gozarse en Dios (vv. 9-11).
Meditar y cantar
David, en su deseo de reforzar su relación con Dios, canta con gozo. Son pocos pero muy bendecidos aquellos discípulos de David que descansan lo suficiente en la presencia de Dios como para cantarle.
La necesidad más profunda
La canción de David del alma sedienta, reservada para nosotros como el Salmo 63, puede tocar fibras muy profundas dentro de usted.