Dios se preocupa más por ellas de lo que nosotros nos preocupamos: esas cosas que se atascan en nuestra mente como pensamientos hostigosos, que duelen, que preocupan.
Vida Cristiana
Un Cimiento Inmovible
La fuente de la confianza y estabilidad de David no era su propia fuerza, sino la del Señor. Dios era el único cimiento para su estabilidad como de roca.
Una Bodega de Promesas
El libro de Dios es una bodega muy veraz de promesas; más de siete mil de ellas. No son sueños y ni esperanzas vacías, ni tampoco pensamientos que suenan lindo, expresados elocuentemente, que hacen que uno se sienta abrigado, sino promesas.
Nuestra Tarea es Obedecer
Dios honrará su fe si usted confía en Él con un andar en obediencia. Y cuando usted confía en Él por completo, disfrutará quietud y seguridad internas. Tendrá confianza segura de que está andando en la voluntad de Dios. La paz de Dios le rodeará.
Dios Tiene el Control
Sí, la vida es corta. Sí, nuestros pecados son obvios . . . Pero en lugar de pensar en estos días simplemente como si fueran tan inútiles como vaciar cestos de basura, vea la significación de ellos a la luz del plan de Dios . . . Él tiene su manera de equilibrar lo bueno y lo malo.
Haga el Bien que Pueda
«Donde sea que nos ponga la providencia de Dios, debemos desear y procurar ser útiles; y, cuando no podamos hacer el bien que queremos debemos estar listos para hacer el bien que podamos. Y al que es fiel en lo poco se le confiará más».
La Vida Bendecida
Dios prometió que al echar a un lado todo el equipaje extra que acompaña la hipocresía religiosa y el estilo de vida orientado al desempeño, recorremos el camino que lleva a la paz interna.
Mano a Mano
Solo cuando les cuento a otros las experiencias de mi vida puedo disfrutarlas y soportarlas con mayor agrado. Eso fue lo que hicieron los primeros creyentes. Aprendieron rápidamente que la supervivencia iba mano a mano con el «compañerismo».
La Búsqueda de la Felicidad
Cuando el dinero es nuestro objetivo, vivimos con el temor de perderlo, lo que nos hace paranoicos y suspicaces. Cuando la fama es nuestro objetivo, nos volvemos competitivos a fin de que otros no nos superen, lo que nos hace envidiosos.
Deje que Dios Edifique su Casa
Durante esos meses y años tempranos tan importantes del matrimonio, asegúrese que el Señor su Dios es el corazón y centro de su familia. Si no es así, toda la experiencia es un estudio en futilidad; un esfuerzo desperdiciado, vacío, contraproducente. Todo será en vano.