Para algunos pobres pastores

La Escritura nos revela que “Dios ha escogido lo insensato del mundo para avergonzar a los sabios” y Jesús mismo, en Su edad adulta, dijo: “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a sabios y a inteligentes, y las revelaste a niños”.

Mirando el panorama general . . . y encontrando esperanza, Parte 1

La historia de la Navidad ha sido tan purificada y romantizada a través de los siglos que incluso Hollywood no ha logrado capturar el dramatismo que rodeaba la llegada de Jesús. A decir verdad, algunas iglesias anualmente idealizan el nacimiento de nuestro Salvador. Sin embargo, esto fue cualquier cosa menos una situación ideal.

Involucrarse, Primera parte

¡Dios va a responder a su petición! Hoy tome tiempo adicional para agradecer a Dios por la protección constante de Él que usted disfruta, lo que permite que usted se extienda confiadamente a otros (lea Salmos 121:7-8). ¡Esté preparado!

Recordando nombres, Segunda parte

Si el Señor considera importantes nuestros nombres como para grabar cada uno en Su registro, ¿será mucho pedir que aprendamos algunos mientras transitamos acá abajo? Obviamente, esto significa que debemos considerar a la otra persona lo suficientemente importante como para recordarla. Si usted batalla con eso, ¡tiene un problema mucho más serio que una mala memoria!

Emanuel: Dios con Nosotros

El que residía en el cielo, co-igual y co-eterno con el Padre y el Espíritu, voluntariamente descendió a nuestro mundo. Respiró nuestro aire, sintió nuestro dolor, supo de nuestras tristezas, y murió por nuestros pecados. Él no vino para asustarnos, sino para mostrarnos el camino al calor y la seguridad.

LA SÉPTIMA PALABRA— «PADRE, EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU».

Jesús estuvo en constante e íntima comunicación con el Padre. Primero, se le muestra relacionándose con Su Padre en algún punto entre el Aposento Alto y el huerto. Allí está orando: «Padre, la hora ha llegado. . .» (Juan 17). Luego, a solas en el Getsemaní, oró: «Padre, no se haga mi voluntad, sino la tuya». Horas más tarde, después de haber sido clavado en la cruz, pidió: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que están haciendo».

LA SEGUNDA PALABRA— «HOY ESTARÁS CONMIGO»

Ninguna cantidad de pecado o perversidad puede superar la gracia de Dios. A Satanás le encanta distraernos haciéndonos acuerdo de nuestros fracasos pasados. Pero en Cristo tenemos el poder para vencer a Satanás y dominar la culpa de nuestro pecado (véase Apocalipsis 12:10–11). Santiago promete que, si resistimos los avances de Satanás, él huirá de nosotros (Santiago 4:7).

Misericordia más Allá de la Desdicha

Todas estas luchas terrenales que ocurren no son accidentes. Dios está en medio de ellas, obrando su voluntad soberana. Sí, es un misterio, lo que quiere decir que necesitamos misericordia especial para soportar la angustia y desdicha del dolor.

Para algunos pobres pastores

¿Por qué el Señor primero anunciaría el nacimiento del Mesías a unos pastores humildes? ¿Por qué escogería un comienzo tan innoble para un nacimiento tan importante? Quizás por la misma razón que elegiría una muerte innoble para una vida ejemplar: nosotros– pecadores indignos– necesitamos un Salvador.