Una Preocupación, o dos, o tres

Nos preocupamos por la muerte: la nuestra o la de algún ser querido. Nos preocupamos por la desobediencia y el pecado, y por los sentimientos de culpa. Nos preocupamos por los problemas diarios: personas problemáticas, problemas de decisión, problemas relativos al trabajo, al lugar, a las relaciones personales, a las finanzas, a los estudios . . . lo que sea que se le ocurra, nos preocupamos por eso.

Descontento Para Siempre

La codicia es diferente. La codicia está para siempre descontenta y por consiguiente insaciable está con antojos, anhelando, queriendo, procurando más, más, más.

Una Perspectiva Apropiada

¿Puede pensar en algo que ha echado raíces en su corazón? ¡Suéltelo! ¡Entrégueselo al Señor! Sí, puede ser doloroso . . . ¡pero cuán esencial!

Deje De Quejarse…Y Mejor Enfóquese

Tal como lo dijo el salmista, queremos arrojar nuestras cargas en el Señor y Él nos sostendrá. Él nunca permitirá que el justo sea conmovido.

La Sorpresa en el Camino a Emaús

Mientras hablaban y caminaban, Jesús fue abriéndoles su perspectiva poco a poco hasta que ellos vieron claramente cómo la Escritura hablaba que la muerte y la resurrección del Mesías eran parte de Su coronación. Ellos habían escuchado acerca de Su resurrección pero sencillamente se rehusaban creer.

¿En qué estaba pensando Jesús?

No hubo momento donde Jesús se sintiese más débil, donde tuviera más dolor, más soledad y donde se sintiera más humano, que en ese momento. Pero a pesar de la hostilidad de la injusticia, Jesús siguió confiando Su vida al Padre.

Las Últimas Veces

Él había venido a cumplir la voluntad del Padre y voluntariamente se había sometido a Su plan. Al someter Su propia voluntad, ganó una batalla importante en el camino a la victoria.

Con respecto al futuro

Y desde esa vista panorámica, Jesús les mostró la triste cadena de eventos que ocurrirían en el futuro de Israel antes de que Él cumpliera su promesa de volver a poner Sus pies en ese lugar, pero esta vez como Rey gobernante.

La Luz Reveladora

Las palabras y las acciones de Jesús en ese lunes causaron molestia entre los líderes judíos. Comenzaron a buscar formas para matarlo. Diariamente Jesús enseñaba en el templo, y la ira que los líderes sentían se iba incrementando.

El Porqué Lloró Jesús

Jesús lloró también el domingo de Ramos mientras realizaba Su entrada mesiánica a Jerusalén, cinco días antes de enfrentar la muerte. Pero esta vez, Sus lágrimas no fueron discretas.