La vida justa

En los primeros tres versículos del Salmo 1, el salmista describe una persona que decide vivir una vida recta, una persona que conscientemente resiste las desviaciones sutiles de la transigencia. Él presenta el concepto de una persona que se mantiene lejos de cualquier cosa que pueda erosionar su compromiso de vivir piadosamente.

Tolerancia y erosión

De manera lenta y casi imperceptible, una racionalización lleva a otra, la cual crea una serie de alteraciones igualmente dañinas en una vida que antes era estable, firme y confiable. Ese parece ser el tema del salmista al componer su primera canción, y con ella nos anima a resistir hasta la tentación más ínfima que nos lleve a transigir nuestras convicciones.

Escribir con espinas

Cuando hay dolor, desconsuelo, aflicción y pérdida, a menudo ayuda escribir nuestros sentimientos . . . no solo sentirlos. Poner palabras sobre papel parece liberar a nuestros sentimientos de la solitaria prisión de nuestras almas.

«¿Hay alguien quien me pueda detener, por favor?», Primera parte

Si se nos deja solos, casi siempre optaremos por los extremos. Lo que explica por qué el Libro de Dios enfatiza a menudo la moderación, el auto control, el suavizar de las esquinas agudas de nuestra vida con curvas más suaves que requieren conducir a una menor velocidad.

La familia: No hay substituto que valga, Segunda parte

Cuando permitimos que la tiranía de lo urgente —las crecientes demandas— resten del contenido de nuestro tanque de energía e interés dejando a la familia con solo el vapor de promesas rotas y sueños no concretados, ¡nuestro esfuerzo se vuelve una pérdida de tiempo! Estamos substituyendo lo auténtico con lo artificial.

La familia: No hay substituto que valga, Primera parte

A pesar de todo lo que estamos leyendo y viendo estos días que tiene el propósito de hacernos pensar que hemos entrado en la era de eliminación paulatina de la familia, ¡no lo crea! No hay otra cosa en la tierra que se acerque siquiera a los beneficios derivados de las relaciones asociadas con nuestras raíces. Nada.

Ser real, Segunda parte

¿Qué es lo que sugiere Dios? Tener un corazón de compasión, ser considerado, tierno, transparente, amable, perdonador, amoroso y fácil de amar. Todas esas cosas se suman para deletrear R-E-A-L.

Cartas de referencia

El ser un cristiano amoroso no sirve de excusa para no reportar las cosas difíciles. El río del amor debe ser mantenido dentro de su cauce. Por un lado, la verdad, por el otro, discernimiento.

El fantasma de Efraín, Primera parte

La capacidad de «apagar» nuestras responsabilidades está ahora de moda. Hubo un tiempo en que cuando las cosas se ponían duras, los duros se ponían a trabajar en ello. ¡Ya no! La manera de ahora es «si empiezas a hundirte, salta, no trates de usar un balde para sacar el agua». Es «Si las cosas se ponen difíciles, desista, no se moleste».