La Voluntad y los Caminos de Dios

Las personas santas poseen una actitud de sumisión dispuesta a la voluntad y caminos de Dios. Lo que sea que Él diga, se hace. Y lo que sea que se necesite para ponerlo en práctica es lo que el Santo desea hacer.

Un Corazón Alegre

Un buen desarrollado sentido del humor revela una personalidad bien balanceada. La capacidad de reírnos de situaciones cotidianas es una válvula de seguridad. nos libera de las tensiones y preocupaciones que de otra manera dañarían nuestra salud.

Aférrese a la Mano de Dios

Descubrir y abrazar la voluntad de Dios nos lleva a hacer serios ajustes; eso requiere que soltemos y nos arriesguemos; soltemos lo familiar y nos arriesguemos a lo que sea que el futuro pueda traer.

Queremos Alivio

“Señor, te doy mi vida, pero estoy muerto de cansancio por esta irritación, esta persona, esta circunstancia, esta situación incómoda. Me siento atrapado, Señor. ¡Quiero alivio, debo tener alivio!

El Alma le Pertenece a Dios

El alma le pertenece a Dios. Sólo Él puede satisfacernos en ese ámbito.
El alma posee un vacío ineludible en forma de Dios. Y no es sino cuando Él entra allí y lo llena que podemos tener paz por dentro; lo que es otra manera de decir: «Si Dios no está en el primer lugar, uno no puede manejar el éxito».

La Ansiedad es Inútil

Cuando una preocupación se va, la reemplazamos con otra. Siempre hay una hilera de preocupaciones esperando entrar por la puerta. Así que cuando una sale por la puerta de atrás, le abrimos a la siguiente que viene por la puerta del frente. Disfrutamos teniéndolas. Las preocupaciones son nuestras compañeras mentales y emocionales. Pero Jesús dice, en efecto, ¡qué son inútiles!

Pintado por las manos de Dios

En medio del ruido ofensivo de nuestro mundo moderno: la gente, los coches, los ruidos, la contaminación atmosférica, el calor, las presiones, allí están esos recordatorios de su paz profunda.

Deje que Dios se Haga Cargo

Pronto será el deleite de Dios sacar un balde y refrescar su alma. Siéntese quieto. Quédese allí. Estese quieto . . .
Deje el esfuerzo. Tranquilícese. Quédese contento junto a ese pozo, y beba profundamente. Usted tiene más sed de lo que se da cuenta.

Nuestra Guía de por Vida

Cuando llegamos a los dilemas en la vida y no podemos descifrar la dirección correcta para seguir, si esperamos mantener nuestra alegría en el proceso debemos permitir que el Señor sea nuestro guía, nuestra fortaleza, nuestra sabiduría: ¡nuestro todo!

Cuente sus Bendiciones

A veces cuando uno no se siente con ganas de orar, o lo consume la necesidad de hablar con el Señor, pero no puede hallar las palabras, pruebe lo bien sabido: cuente sus muchas bendiciones, cuéntelas una por una.