La tierra será totalmente arrasada y completamente saqueada, porque el SEÑOR ha dicho esta palabra.  De duelo y marchitada está la tierra, el mundo languidece y se marchita, languidecen los grandes del pueblo de la tierra.  También la tierra es profanada por sus habitantes, porque traspasaron las leyes, violaron los estatutos, quebrantaron el pacto eterno (Isaías 24:3-5).

Después del rapto de la iglesia, los que quedan en la tierra confrontarán un período que la Biblia describe como el más terrible en toda la historia humana. Tan gráfico es el vocabulario y tan fantásticas son las visiones proféticas, que muchos eruditos se niegan a creer que tales eventos en realidad tendrán lugar. Pero este terrible tiempo conocido como la tribulación vendrá con toda certeza. De acuerdo a Daniel 9:27 la tribulación durará “una semana” (que quiere decir siete años); y será un período dividido en dos mitades iguales de tres años y medio cada una.  La segunda mitad es lo que se llama la gran tribulación.

En el rapto millones y millones de creyentes de repente desaparecerán. El instante en que el reloj empiece a marcar el tiempo en la tribulación, reinará la anarquía. Miles de personas morirán o quedarán lesionadas cuando los aviones caigan, y los automóviles queden sin control. Las instituciones financieras colapsarán, y el saqueo y los crímenes violentos serán una epidemia. Gobiernos por todo el mundo quedarán en caos, impotentes de detener la avalancha de iniquidad y caos. Todos anhelarán que alguien tome las riendas y ponga orden en el desorden; y del polvo que esta civilización que se derrumba, surgirá uno que afirmará el liderazgo mundial: el Anticristo.

La Biblia describe al Anticristo como la bestia que sale “del mar”, lo que indica que será de una nación no judía. Crecerá en poder como un cuerno crece en la cabeza de un animal.

Una de las primeras cosas que hará es “firmar un pacto” con Israel “por una semana”; es decir siete años. El tratado de paz permitirá que Israel vuelva a construir el templo y empiece a ofrecer sacrificios, de acuerdo a las costumbres del Antiguo Testamento señaladas en Levítico.

Satanás es el poder real detrás del Anticristo, y debido a que Satanás no sabe la hora del rapto, siempre debe tener preparado a alguien para cumplir tal función. Esto ha llevado a muchos a especular quién es el hombre detrás de la marca que menciona Apocalipsis 13:18. Asignando números a las letras de un nombre, cualquier persona con una calculadora y algo de creatividad puede “identificar” al portador del perverso “666.” A través de la historia algunos han propuesto seriamente a los siguientes como el villano de los tiempos del fin:

  • César Nerón
  • Mahoma
  • Diversos papas
  • Martín Lutero
  • Napoleón Bonaparte
  • Adolfo Hitler
  • John F. Kennedy
  • Saddam Hussein

A decir verdad, ninguno de estos hombres ha cumplido por completo la descripción de trabajo del futuro Anticristo. Pero eso no quiere decir que se trate de algún fantasma en algún futuro distante. El Anticristo será un individuo muy real; simplemente no podemos saber quién es sino cuando ya haya asumido, y sido despojado, del poder.

Los creyentes que estén vivos serán llevados en el rapto y no pasarán la tribulación.  Sin embargo, puesto que Dios desea que nadie perezca sino que todos vengan a la salvación, el cómo vivimos nuestras vidas hoy importa para los que quedarán detrás. Inicialmente, para los que entran en la tribulación el único testimonio de la verdad del evangelio será el recuerdo de nuestras vidas y nuestras palabras; así como también la Palabra de Dios.