Moisés: Un Hombre de Dediación Total

por Charles R. Swindoll3 de septiembre, 2019

Si deseamos tener la clase de fe expresada por Moisés, la clase de fe que nos permita dejar a un lado la seguridad de este mundo a cambio de la seguridad que Dios desea para nosotros, tenemos que desarrollar una confianza profunda y tranquila en Él, quien «hace que todas las cosas resulten de acuerdo con su plan» (Efesios 1:11, NTV).

Una vida en la oscuridad

¿Está dispuesto a vivir en la oscuridad? Dios usará los fracasos de su vida para destruir ese fuerte deseo que tiene en su corazón de ver su nombre iluminado.

Entrega abnegada

Si usted no puede hacer todo el bien que quisiera, haga entonces el bien que sí puede. Es posible que usted tenga planes importantes para su vida, grandes planes que todavía no se han cumplido.

Fines espirituales

Usted no puede plantar un árbol carnal y cosechar fruto espiritual. Si usted manipula, disimula, engaña y miente para llegar a la cima, ¡no le dé gracias a Dios por la promoción! Dios sabe, como lo sabe usted también, que maniobró, tocó una tecla y enterró esos cadáveres en el suelo para lograr su ascenso.

Una salvación reducida

Si no aprendemos cómo sacar lecciones de los tiempos de fracaso y pérdida, nos mantendremos repitiendo los mismos fracasos, hundiéndonos en un hueco más profundo, en vez de seguir avanzando a medida que crecemos.

¡Siéntese!

Usted ya ha corrido bastante. Se ha apresurado lo suficiente. Ha luchado, exigido y manipulado durante muchos años y Dios finalmente ha captado su atención. Él le está diciendo: «¡Deja de luchar! ¡Detente! ¡Deja que yo lo haga!

Calor, pero nada de luz

Usted lo tiene todo listo para hacer algo grande para Dios. Ha fijado las metas. Ha invertido tiempo y dinero. Lo ha compartido con mucha gente. Pero por más doloroso que nos resulte reconocerlo, las metas que no han sido empapadas con la oración ni presentadas primero al Señor con humildad, resultan totalmente inútiles. No llegan a ninguna parte, no logran nada.

Tumbos en el camino

Parte del problema es nuestro impresionante currículo. A veces, somos educados más allá de nuestra inteligencia. ¡Sabemos más de lo que somos capaces de manejar con prudencia! Pero la verdad es que, cuando usted confía en la carne para hacer las cosas, no necesita más educación. No necesita tener un título más. No necesita más seminarios de capacitación. Sencillamente, lo que usted necesita es sabiduría.

Sigamos adelante

Muchos de nosotros creemos que tenemos que ocultar nuestros fracasos, creyendo que nadie más puede haber fallado tanto como nosotros. Algunos, incluso, hasta temen hablar con Dios de esto, por el temor de que Él esté tan desinteresado de nosotros como imaginamos que lo estarán los demás.

Dios lo hace

Al no buscar la dirección de Dios, al no buscar el tiempo de Dios, usted toma las cosas en sus manos prematuramente, y más tarde tiene un problema.