Una de las características de la madurez es la capacidad de seguir adelante, no importa quién deje el escenario. Lo otro no es una opción. Una vez que usted haya dicho adiós, los demás tienen que seguir adelante.
Aliento y Consuelo
Un falso profeta
Cuando usted da la cara por el Señor usted está con el Señor. Él guardará sus espaldas. Por tanto, usted podrá estar confiado.
Como arcilla
Deje A Dios ser Dios. Él es selectivo cuando escoge a las personas. Escogió dos y dejó tres, esa era su prerrogativa. Pudo haber escogido a todos los cinco o solamente a uno. El llamado es suyo. Nuestro soberano Señor hace como a Él le parece, y cuando el asunto está claro, nuestra respuesta es obedecer.
Complacientes
Que el Señor libre a todo Pastor honesto, a todo líder de la Iglesia que esté buscando la verdad y a todo Cristiano de la esclavitud que significa el solo complacer a las personas.
Un suave codazo
Dios sacó a esos hombres de este magnífico ambiente cuando la iglesia estaba en su cima a toda marcha. ¡La gente llegaba por montones, las necesidades más profundas serán solucionadas, las almas estaban siendo salvadas, las vidas eran transformadas, las familias estaban siendo sanadas y el lugar era electrizante!
Un ministerio unido
En todo ministerio hay, por lo menos, tres cosas fundamentales que producen una atmósfera de gozosa cooperación. Ellas son: los objetivos, las personas y los lugares.
El poder de dos personas
Saulo tuvo una espera parecida en Tarso. Esperó con paciencia hasta que Bernabé fue a darle una palmadita en el hombro. Solo entonces dio paso al grave y altamente notorio rol del liderazgo. Para mí, nada es más atractivo en un líder talentoso y competente que la humildad auténtica.
Gracia Suficiente
Mi deseo es que usted y yo nos aferremos a la gracia y que cultivemos la firmeza en medio de nuestro sufrimiento, al igual que Pablo. Y, de paso, que nos independicemos de la frenética búsqueda de la felicidad tan generalizada en nuestra cultura.
Nada nuevo
Dios no es un mandadero celestial que nos trae solo cosas agradables y confortables a nuestra puerta. El Señor no existe para hacernos felices. Nosotros existimos para glorificarlo a Él.
¡No es lo que yo quiero, sino lo que Dios quiere!
El propósito de Dios no es garantizar su felicidad. No importa lo difícil que le resulte creer esto, es tiempo de que lo haga. El propósito no es que usted esté cómodo, feliz, libre de dolores y que alcance el éxito.