Todo trabajo hecho para Dios merece la inversión del tiempo que la preparación demanda. Así es con la tarea del estudio bíblico que se enfoca en conocer quién es Dios y cómo Él obra en el escenario humano. Ahora, cuando dicha tarea está terminada, ¿qué sigue? Comparta el fruto de su estudio bíblico con otras personas. Invite a los demás a deleitarse con usted. ¡Sirva el banquete!
Biblia
Aliméntese de las Escrituras–Tercera etapa: servir el banquete, parte 1
Pues bien, prepararse para enseñar o predicar la Biblia se parece mucho a arreglar una mesa estupenda para servir una comida exquisita. El estudio cuidadoso y consistente de las Escrituras fomenta el crecimiento personal. Sin embargo, el estudiante diligente de la Biblia reconoce que su crecimiento personal es solo el principio del proceso para alcanzar la madurez espiritual. Es necesario compartir el fruto de su estudio con otras personas que están ansiosas de recibir alimento espiritual sólido y nutritivo.
Aliméntese de las Escrituras–Segunda etapa: preparar la comida, parte 4
La Biblia es como un tapiz de verdad e historia maravillosamente interconectado. Al correlacionar un pasaje de las Escrituras con otros pasajes de la Biblia, usted profundiza en la comprensión de su significado y se coloca en la mejor posicion para realizar aplicaciones sólidas y transformadoras de las Escrituras.
Aliméntese de las Escrituras–Segunda etapa: preparar la comida, parte 3
Paso #2: La Interpretación: comprender los nutrientes En el libro de los Salmos del Antiguo Testamento, el salmista David nos hace esta deliciosa invitación: «Prueben y vean que el Señor es bueno» (Salmos 34:8, NVI). La Palabra de Dios se difunde ante nosotros como una mezcla heterogénea de verdades nutritivas y satisfactorias necesarias para el … Lea más
Aliméntese de las Escrituras–Segunda etapa: preparar la comida, parte 2
Usted podrá tener sus propias frustraciones, pero la Biblia misma ofrece esperanza y ayuda para cualquiera que no entienda cómo buscar sus tesoros.
Aliméntese de las Escrituras–Segunda etapa: preparar la comida, parte 1
Si no aprendemos a estudiar la Biblia con la ayuda de las diferentes herramientas existentes (diccionarios, comentarios, etc.), pasaremos la vida alimentándonos espiritualmente de lo que otros preparan, sin importar lo saludable o tóxico que pueda ser el resultado.
Aliméntese de las Escrituras–Primera etapa: reunir los ingredientes, parte 2
Antes de meternos de lleno en la Biblia, necesitamos tener en cuenta el valor nutritivo de estudiar la Palabra de Dios. ¿Cuáles serán los beneficios de aprender a estudiar la Palabra de Dios por nuestra cuenta? Además, necesitamos alimentarnos habitualmente de las Escrituras. No es suficiente tener un pastor o un maestro que nos alimente una vez por semana; necesitamos ser capaces de preparar nuestras propias comidas espirituales a diario.
Aliméntese de las Escrituras–Primera etapa: reunir los ingredientes, parte 1
Es bien sabido que una salud óptima requiere una nutrición óptima. Lo mismo sucede con nuestra vida espiritual. Sin una nutrición bíblica suficiente y constante, nuestra vida interior comenzará a sufrir las consecuencias. Cuando dejamos de apartar un tiempo para digerir el alimento espiritual saludable, nos volvemos superficiales y egoístas, más exigentes y menos amables, y reaccionamos con impaciencia, apresuramiento y enojo. Estos son los síntomas de una mala nutrición espiritual en nuestra vida.
Pablo: Un Hombre de Gracia y Firmeza
Ninguna otra persona en la Biblia, aparte de Cristo, tuvo tan profunda influencia en su tiempo—y en el nuestro—como el apóstol Pablo. Fue un hombre de firmeza, con una mente, un espíritu y una fuerza de carácter inquebrantables al enfrentar dificultades y peligros tan difíciles.
¿Puedo Confiar en la Biblia?
Introducción «La Biblia es demasiado irrelevante desde un punto de vista cultural para tomarla en serio.» «La Biblia contiene una buena moralidad, pero nadie cree que las historias verdaderamente ocurrieron.» «La Biblia no es diferente a otros libros religiosos. Todos ellos nos llevan a Dios.» «¿Cómo puede un solo libro como la Biblia contener verdad … Lea más