Una Actitud de Humildad

Ni una sola vez Dios nos ordena que «nos veamos» humildes. La humildad es una actitud. Es una actitud del corazón; una actitud de la mente. Es conocer el lugar apropiado de uno. Nunca desdeñar o menospreciar porque alguien tal vez esté en un nivel financiero más bajo que el de uno. Es conocer el papel de uno y llenarlo para la gloria y alabanza de Dios.

La Ansiedad es Inútil

Cuando una preocupación se va, la reemplazamos con otra. Siempre hay una hilera de preocupaciones esperando entrar por la puerta. Así que cuando una sale por la puerta de atrás, le abrimos a la siguiente que viene por la puerta del frente. Disfrutamos teniéndolas. Las preocupaciones son nuestras compañeras mentales y emocionales. Pero Jesús dice, en efecto, ¡qué son inútiles!

Verdadera Excelencia

Si esperamos demostrar el nivel de excelencia que modeló Jesucristo, entonces tenemos que decidir el Reino en que vamos a servir: el reino eterno que nuestro Señor nos enseñó a buscar (Mateo 6:33) o el reino temporal de hoy.

Pintado por las manos de Dios

En medio del ruido ofensivo de nuestro mundo moderno: la gente, los coches, los ruidos, la contaminación atmosférica, el calor, las presiones, allí están esos recordatorios de su paz profunda.

Aun así, son pequeños empujones

A menudo pienso en las represiones de Dios como los codazos de Dios, esos pequeños empujones inequívocos, de su «voz apacible y delicada». Son alicientes internos diseñados para corregir nuestros caminos. Nos alertan al hecho de que nos hemos salido del curso.

Deje que Dios se Haga Cargo

Pronto será el deleite de Dios sacar un balde y refrescar su alma. Siéntese quieto. Quédese allí. Estese quieto . . .
Deje el esfuerzo. Tranquilícese. Quédese contento junto a ese pozo, y beba profundamente. Usted tiene más sed de lo que se da cuenta.

Descubra las Profundidades de Dios

Los caminos de Dios no se descubren mediante los métodos normales y humanísticos de investigación. Por importantes e intrigantes que puede debieran ser las profundidades divinas, desafía en el descubrimiento mediante los medios naturales de nuestras mente. Dios reserva esas cosas para aquellos cuyos corazones son completamente de Él . . . para los que dedican tiempo para esperar delante de Él.

El Poder de la Reconciliación

El poder de la reconciliación es más fuerte que la venganza. Es asombroso como el perdón descarga el arma de la mano de la otra persona. Cuando uno se reconcilia con un hermano o una hermana, es asombroso lo que eso hace en ambos corazones. Es como haber hecho una limpia en su sistema nervioso.

Nuestra Guía de por Vida

Cuando llegamos a los dilemas en la vida y no podemos descifrar la dirección correcta para seguir, si esperamos mantener nuestra alegría en el proceso debemos permitir que el Señor sea nuestro guía, nuestra fortaleza, nuestra sabiduría: ¡nuestro todo!

Cuente sus Bendiciones

A veces cuando uno no se siente con ganas de orar, o lo consume la necesidad de hablar con el Señor, pero no puede hallar las palabras, pruebe lo bien sabido: cuente sus muchas bendiciones, cuéntelas una por una.