Terminado

Al crecer en la muerte sustitutiva de Jesucristo y su resurrección corporal, el pecador, en un tiempo perdido, es instantánea, incondicional y permanentemente «declarado justo ciento por ciento».

Cinco Hurras por Mamá

¿Qué exige la maternidad? Ternura transparente, espiritualidad auténtica, confianza interior, amor desprendido y dominio propio. Toda una lista, ¿verdad? Casi más de lo que esperaríamos.

La Sorpresa en el Camino a Emaús

Mientras hablaban y caminaban, Jesús fue abriéndoles su perspectiva poco a poco hasta que ellos vieron claramente cómo la Escritura hablaba que la muerte y la resurrección del Mesías eran parte de Su coronación. Ellos habían escuchado acerca de Su resurrección pero sencillamente se rehusaban creer.

Las Tinieblas y la Luz

A medida que el sol se ocultaba y el día de reposo comenzaba nada tenía sentido a la luz de las profecías que Jesús había cumplido, a la luz de las promesas que Él había hecho, dada la total y completa confianza que ellos tenían en Él.

¿En qué estaba pensando Jesús?

No hubo momento donde Jesús se sintiese más débil, donde tuviera más dolor, más soledad y donde se sintiera más humano, que en ese momento. Pero a pesar de la hostilidad de la injusticia, Jesús siguió confiando Su vida al Padre.

Las Últimas Veces

Él había venido a cumplir la voluntad del Padre y voluntariamente se había sometido a Su plan. Al someter Su propia voluntad, ganó una batalla importante en el camino a la victoria.

Dios con Nosotros

De esta forma dramática, Dios le mostró al mundo que Él había aceptado el sacrificio de Jesús por nuestros pecados. Ya no eran necesarios más sacrificios en el templo. Dios ilustró este nuevo plan al permitir que las personas tuvieran acceso directo hacia Él.

Con respecto al futuro

Y desde esa vista panorámica, Jesús les mostró la triste cadena de eventos que ocurrirían en el futuro de Israel antes de que Él cumpliera su promesa de volver a poner Sus pies en ese lugar, pero esta vez como Rey gobernante.

La Luz Reveladora

Las palabras y las acciones de Jesús en ese lunes causaron molestia entre los líderes judíos. Comenzaron a buscar formas para matarlo. Diariamente Jesús enseñaba en el templo, y la ira que los líderes sentían se iba incrementando.

El Por qué Lloró Jesús

Jesús lloró también el domingo de Ramos mientras realizaba Su entrada mesiánica a Jerusalén, cinco días antes de enfrentar la muerte. Pero esta vez, Sus lágrimas no fueron discretas.