Huir de la tentación

Aunque prácticamente todos los medios de comunicación nos bombardean con materiales orientados a la sexualidad (un fenómeno que las generaciones anteriores no experimentaron), también enfrentamos otro peligro, ya que las oportunidades de cometer adulterio nunca han sido más prevalentes. Es más, vivimos en una sociedad que está más «relajada» que en ninguna otra época.

La batalla mental

No se equivoque. Estamos en guerra contra la lujuria y luchamos por mantener una vida pura desde el momento en que abrimos los ojos a la mañana hasta que apagamos la luz en la noche. El lugar de la batalla es nuestra mente y mucho está en juego.

Alimento para el alma

Entre tanto que analizamos el afán del descontento, tenemos que aprender cuál es el ingrediente secreto de una fabulosa cena: el amor.

El ladrón del descontento

Algunas personas nunca se sentirán satisfechas, no importa cuánto adquieran. El descontento es un ladrón que continúa robándonos la paz y la integridad. Su único trabajo es susurrar a nuestro oído la palabra «¡más!»

¿Desea que agreguemos odio a su platillo?

Me agrada saber que Salomón no pasó por alto el descontento. Durante tres ocasiones diferentes nos dio consejos, especialmente para esos momentos cuando nos sentimos tentados a sentir lástima por nosotros mismos.

Encontrando el tesoro

Los gérmenes del descontento pueden infectar a una sola persona y luego esparcirse a toda una comunidad afectando cada aspecto de la vida: fiasco, mental, emocional y espiritual.

Elegir el gozo

Admitámoslo, si hay una crítica general que todos los cristianos debemos aceptar sin argumento es que nos hemos vuelto demasiado serios acerca de todo en la vida. Parecería como si excluyéramos o ignoráramos cualquier oportunidad de reír saludablemente.

Una herramienta para el bien

Dios dio a la humanidad la responsabilidad de llevar a cabo Su plan evangelístico y de redención al mundo. Tenemos una responsabilidad solemne de utilizar palabras escritas o verbales para lograr este gran mandamiento.

Palabras de reprensión

Mucho de este asunto de la reprensión tiene que ver con el discernimiento y la discreción. Existe la forma correcta y el momento correcto (sin mencionar el motivo correcto) para reprender a alguien que uno ama. Si la motivación de su amigo es ayudarle, esas «heridas» se darán en el mejor momento y en privado, enfocándose en el asunto especifico y buscando un progreso a largo plazo que incluya mucha afirmación y ánimo.

Palabras sabias

Uno puede beneficiarse de algunos consejos que la sabiduría del mundo ofrece, pero debemos examinarlos de acuerdo con la autoridad de la verdad divina.