Recuerde, la carrera aún no ha terminado. Y aun cuando termine, muchas de las cosas que lo alteraron y molestaron durante su vida ni siquiera aparecerán en la eternidad. No me importa cuántos trofeos o premios o dólares o títulos puedan ser alcanzados o ganados en la tierra, no podrá llevárselos. Por lo que no vale la pena sudar por ellos.
Vida Cristiana
La envidia, Primera parte
La envidia (la más sofisticada de los dos) es el conocimiento doloroso y resentido de que otra persona disfruta de alguna ventaja . . . y es acompañado por un fuerte deseo de poseer la misma ventaja. La envidia quiere tener lo que otra persona posee. El celo quiere tener lo que ya posee.
Haciendo trampa
¿Tiene usted dificultades para dormir porque su deshonestidad le tiene alterado? ¡Maravilloso! Usted debe de estar contento porque no puede dormir. ¡Es el tramposo que puede dormir el que tiene un gran problema sobre el cual valdría la pena perder el sueño!
La aprehensión
La aprehensión es uno o dos puntos más arriba de la preocupación, pero se siente como si fueran gemelos. No es lo suficiente como para ser temor, pero tampoco es tan moderado como para ser divertido. Se halla en la categoría de una «emoción mixta».
Sentirse querido, Segunda parte
Muestre gracia en vez de irritarse. Recuerde que esas características superficiales probablemente son un pobre intento de protegerse. Una respuesta con gracia y bondad puede a menudo desenmascarar la persona «verdadera» que hay muy por dentro.
Sentirse querido, Primera parte
Quisiera hablar a favor y en defensa de ellos. Eso lo haré mañana. Por ahora, mire a su alrededor. Prepárese para abrir sus ojos y su corazón a esa persona que está al otro lado de la llamada telefónica.
De loros y águilas, Segunda parte
Pensadores águila hacen preguntas difíciles, toman riesgos estratégicos, buscan con intensidad toda la verdad y se elevan muy por arriba de la mediocridad. La gente loro disfruta de lo predecible, la rutina, las palabras repasadas de otros.
De loros y águilas, Primera parte
No así las águilas. ¡No existe rasgo de lo predecible siquiera en un piñón de sus alas! Ellas piensan. Les encanta pensar. Se sienten impulsadas en lo interior a buscar, descubrir y aprender. Y eso significa que son valerosas, con aguante mental, dispuestas a hacer las preguntas difíciles mientras evitan la rutina por perseguir con vigor tras la verdad. Toda la verdad.
Los ídolos, Segunda parte
¿Cuánto tiempo hace que usted solicitó la ayuda del Señor para una sesión privada y personal de limpieza del templo? Es tan fácil aferrarse de un ídolo—cosas buenas, adoradas de manera inapropiada. Pero cuando tiene a Jesús en el centro del cuarto, todo lo demás sobra como decoración.
Los ídolos, Primera parte
No tengo muchas tentaciones para adorar a cosas malvadas. Son las cosas buenas que me dan problemas. No me es tan difícil rechazar algo que en sí es malo o incorrecto como lo es mantener las cosas buenas y saludables fuera del trono. Allí es donde se encuentra, creo yo, la línea de batalla.