Dios Está a Cargo

Recuerde que nada es sorpresa para Dios, ni siquiera nuestra más ligera prueba. Su plan puede parecer injusto, humanamente ilógico, y falto de compasión, pero eso es porque nosotros vivimos en el aquí y ahora. Ahora nos falta la vista vertical . . . ¡Dios está a cargo, y no nosotros!

¡Escoja la Alegría!

La presión sobre usted puede ser intensa. Una media docena de ladrones de la alegría pueden estar esperando fuera de su puerta, listos para caerle encima en la primera oportunidad. Sin embargo, si usted no les da permiso nada puede impedirle que se aferre a la gracia, que reclame la paz, y que tenga confianza en Dios. Escoja la alegría.

Dios es Digno de Confianza

Lo asombroso es que incluso en medio del desencanto, sorpresa, y misterio, usted descubrirá cuán confiable y digno de confianza es Dios; y cuán seguro está usted en sus manos.

Confianza sin Reservas

La fuerza viene al escoger confiar por completo, orar, y alabar. Nuestras circunstancias tal vez no cambien, pero en el proceso nosotros cambiamos.

Salve la deidad encarnada

Al entregarse a sí mismo, Jesús de manera voluntaria hizo a un lado las prerrogativas y los prerrequisitos de la vida que Él conocía, una existencia que Él había disfrutado. Había cedido el derecho a esa clase de vida diciéndole al Padre: «Yo iré».

El Plan Misterioso de Dios

Este mundo no está fuera de control, dando vueltas alocadamente por el espacio. Tampoco los habitantes de la tierra están a la misericordia de algún destino ciego y al azar. Cuando Dios creó el mundo y puso las estrellas en el espacio, también estableció el curso de este mundo y su plan para la humanidad.

Desilusión Peligrosa

La causa de la desilusión es poner la esperanza y confianza completas de uno en las personas. Poner a la gente en un pedestal, concentrarse en ellas, buscar seguridad en ellas. . . y cuando los pies de barro se desbaratan (como con certeza lo harán) l total desilusión penetra.

¿En qué estaba pensando Jesús?

No hubo momento donde Jesús se sintiese más débil, donde tuviera más dolor, más soledad y donde se sintiera más humano, que en ese momento. Pero a pesar de la hostilidad de la injusticia, Jesús siguió confiando Su vida al Padre.

Estoy bien

¿Qué flecha le ha traspasado recientemente? ¿Le han dado la noticia de una enfermedad terminal? ¿Dolor físico? ¿Trato injusto? ¿Calumnias? ¿Problemas en el hogar? Le aconsejo que no pierda el tiempo lamiéndose las heridas o preguntándose por qué. Tome la decisión de hacer lo que hacía antes, pero viva al máximo.