Juan 1:14 dice que el Verbo «se hizo carne» y habitó con nosotros. Él, quien era inmortal, se hizo carne, dejó Su trono de gloria para estar con nosotros. En esencia, se hizo hombre para ser Emanuel, «Dios con nosotros», para que a través de Él pudiéramos leer el corazón de Dios, no de mano de los profetas, sino directamente de Su Hijo, el Verbo.
Juan
María Magdalena: Seguir a Jesús a través del servicio
El Señor fue especialmente bueno con María aquella mañana cuando decidió aparecerse a ella primero, incluso antes que a los discípulos y la llamó por su nombre. . . María.
La mujer Samaritana: Buscar amor en los lugares incorrectos
Dios nos empuja, o incluso nos perfora, para llevarnos a la verdad de que solo Dios sigue siendo la fuente de nuestra realización y motivación en la parte más profunda de nuestro corazón. Solo Él puede satisfacernos.
María y Marta: Esperar y dudar
Por mucho que intentemos, es difícil entender lo que parece ser una contradicción. Después de todo, es difícil sentir el amor de Dios cuando hemos clamado a Él quizás por años y parece que nos ignora.
«CONSUMADO ES»
Cristo cumplió la voluntad del Padre con respecto a la derrota del diablo. El grito final de Cristo al exclamar «¡Consumado es!» confirmó la eterna sentencia divina sobre Satanás, el enemigo de nuestras almas.
«TENGO SED»
Las siete profundas expresiones que Jesús pronunció desde la cruz, antes de Su muerte, enfatizan con gran claridad Su indiscutible humanidad. Ellas ilustran claramente que Cristo era uno de nosotros. No cabe duda de que no solo era Dios, sino también plenamente humano.
«¡HE AHÍ TU HIJO!» «¡HE AHÍ TU MADRE!»
Jesús, el inocente Cordero de Dios, estaba muriendo una muerte horrible por los pecados del mundo, mientras observaba que al pie suyo estaban los encallecidos soldados romanos ¡jugándose Sus ropas! Una túnica sin costura valía más para estos hombres impíos que el Salvador del mundo.
¡Maravilloso Es!
Es difícil saber si en esas primeras horas, Dios le dio a María una breve premonición de los años por venir, cuando alguien señalaría a su Hijo y diría: “He aquí el cordero de Dios que quita el pecado del mundo” o aquel momento cuando la promesa se cumpliría y una espada penetraría Su alma.
Frente a lo imposible
A menudo nos encontramos deteniéndonos en nuestro crecimiento espiritual simplemente porque los retos que hay por delante lucen imposibles. Estas frustraciones no son nuevas. El compositor de este cantico debe de haber experimentado estos mismos sentimientos.
Viñetas por la Tumba
Solo aquellos que conocen el peso de un dolor devastador y repentino pueden comprender lo que María sentía al estar en la tumba de Jesús esa mañana. Nada podría haberla mantenido lejos de ese último deber de amor.