Vida Abundante

Estoy convencido de que eso es lo que Jesús quiso decir cuando nos prometió una vida abundante. Abundante en desafíos, desbordando de posibilidades, llena de oportunidades para adaptarnos, variar, alterar y cambiar. Pensándolo bien, ese es el secreto de mantenerse joven. También es la senda que lleva al optimismo y a la motivación.

La Diferencia Determina la Diferencia

Nuestro mensaje es una imagen de espejo al mensaje del mundo, el mundo bosteza y sigue su camino, diciendo: «¿Qué más hay de nuevo? He oído eso desde que nací».

LA SEXTA PALABRA— «¡CONSUMADO ES!»

Jesús había logrado Su meta de realizar la expiación por el pecado humano. Todo había resultado conforme al plan de Su Padre. La realización del deseo de Dios fue dulzura para el alma de Jesús y con gran satisfacción proclamó fuertemente Su triunfo diciendo: «¡Consumado es!».

LA QUINTA PALABRA— «TENGO SED»

Como parte de Su sufrimiento por nosotros, Jesús soportó los procesos biológicos que resultaron como producto de Su crucifixión. En forma sorprendente podemos notar que incluso Su sed señalaba el cumplimiento de la profecía acerca de Su muerte, y Juan notó que Jesús habló «sabiendo que todo se había ya consumado».

LA TERCERA PALABRA— «¡HE AHÍ TU HIJO! ¡HE AHÍ TU MADRE!»

Aunque notamos que Maria tenía una fe grandiosa, también necesitaba el sostenimiento y cuidado del amor de una familia. Jesús hizo provisión para esos momentos antes de Su muerte y Juan, «el discípulo al que Jesús amaba», de inmediato respondió al encargo de Jesús y recibió a María en su propia casa.

Un Plan Perfecto

Por eso las palabras finales de Jesús desde la cruz antes de morir fueron «Consumado es». El plan divino de redención había quedado completo: el pago de Jesús por nuestro pecado.

Lleno de Gracia y Verdad

En un mundo de tinieblas y demandas, reglas y regulaciones, requisitos y expectaciones exigidas por los dirigentes religiosos hipócritas, Jesús vino y ministro de una manera nueva y diferente.

Aliméntese de las Escrituras–Tercera etapa: servir el banquete, parte 1

por Carlos A. Zazueta20 de abril, 2021

Pues bien, prepararse para enseñar o predicar la Biblia se parece mucho a arreglar una mesa estupenda para servir una comida exquisita. El estudio cuidadoso y consistente de las Escrituras fomenta el crecimiento personal. Sin embargo, el estudiante diligente de la Biblia reconoce que su crecimiento personal es solo el principio del proceso para alcanzar la madurez espiritual. Es necesario compartir el fruto de su estudio con otras personas que están ansiosas de recibir alimento espiritual sólido y nutritivo.

Enfrentando nuestra propia muerte

Gracias por el regalo de vivir en esta tierra y recordarnos que los días desaparecen. Prepáranos para los momentos difíciles que vienen ante nosotros; calma nuestros corazones y remueve nuestros temores.

Cuidándose del legalismo

No me malentienda; existen parámetros morales y éticos que enseña la Escritura que no dan lugar a las transigencias. Pero la transigencia es algo mucho más amplio. Sin transigencia, los desacuerdos no se pueden resolver y las negociaciones se detienen.