¡Celebre la vida!

El envejecimiento no es una opción; pero nuestra respuesta al mismo sí lo es. De muchas maneras nosotros mismos determinamos cómo vamos a envejecer.

No tenga miedo. . . es solo su futuro (Parte 2)

La mayoría de nuestros miedos, independientemente de su objetivo específico, se reducen a una sola cosa: miedo al futuro. Se nos retuercen las entrañas al pensarlo: Pero ¿quién sabe lo que puede pasar?

Vista celestial en retrospectiva

Pero nuestro Dios invisible, en su providentia, continuamente, y con confianza, está obrando. Él nunca cambia. Él sabe qué es lo que se propone, y Él lo realiza con determinación implacable.

La mano de Dios en su vida

Usted tal vez haya llegado a un hogar que sufría estrechez económica. Tal vez haya conocido quebrantamiento, heridas e inseguridad desde sus primeros días; pero, por favor, óigame en esto: Usted no fue un accidente.

Segmentos de soledad

La soledad es un oasis del alma en donde nos vemos a nosotros mismos, a otros y especialmente a nuestro Dios de nuevas maneras. Es en donde se identifica y extermina mucho del «atiborramiento» de la vida, gracias al calor misericordioso del «horno».

El mensaje de Dios de la nueva mañana

Todas las mañanas el Señor se asoma con un mensaje alentador: «Todavía estamos hablándonos, ¡cómo sabes! Yo estoy aquí. No me he movido. Caminemos juntos hoy».

La Navidad anunciada

por Visión Para Vivir19 de noviembre, 2024

El nacimiento de Jesús cumplió las profecías y promesas de un Mesías que vendría. Comprender su significado requiere lectura y reflexión. Este plan de lectura para el Adviento le ayudará a apreciar mejor estos acontecimientos y le permitirá prepararse para la Navidad. Haga clic aquí para descargar la versión en PDF. Día 1 — Promesas … Lea más

Descanso en Dios

Finalmente, me di cuenta (después de hablar con mi esposa) que lo que parecía, a primera vista un problema, se había convertido más bien en una bendición.

Integridad personal

Danos la motivación que necesitamos para ser todo lo que Tú nos has llamado a ser como Tus hijos obedientes, para que nosotros, al igual que David con las ovejas, podamos guiar a los demás correctamente.