Cerrando la puerta a la lujuria, Segunda parte

Antes de darle a la lujuria un fuerte empujón para alejarla de su vida, pídale a Cristo que le informe a ella que la paz y el placer que usted está disfrutando en su hogar de manera permanente son mucho mejores que la excitación temporal de la lujuria, la que ya no necesita tener cerca de usted para mantenerse alegre.

Cerrando la puerta a la lujuria, Primera parte

Haga que Dios sea quien informe a su pretendiente indeseado que usted no quiere tener nada que ver con deseos ilícitos. . . nada. Haga que su Señor le recuerde a la lujuria que desde que usted y Cristo han sido unidos, usted ya no es esclavo del pecado.

Después de la avalancha, Segunda parte

Primero, Job afirmaba la amorosa soberanía de Dios. Con toda sinceridad, él creía que el Señor que dio tenía todo el derecho de quitar también (Job 1:21). En sus propias palabras:
«¿Aceptaremos solo las cosas buenas que vienen de la mano de Dios y nunca lo malo?». (Job 2:10)
Él miró hacia arriba, afirmando que su Señor tenía el derecho de reinar sobre su vida.

Después de la avalancha, Primera parte

¿Cómo pudo alguien resistir con tanta calma tamaña serie de aflicciones cargadas de dolor? Piense en las secuelas: la bancarrota, el dolor, diez nuevas tumbas. . . la soledad de esos cuartos vacíos.

Ya era tiempo, Segunda parte

Algunas personas parecen estar siempre apurados, empujando y manejando, de vez en cuando corriendo por aquí y por allá. Nuevamente, es otra evidencia de la mala planificación. La administración del tiempo da lugar a que haya relajamiento y humor, un ungüento muy necesario para calmar la fricción creada por cosas que están en movimiento.

Ya era tiempo, Primera parte

Cualquier fracaso que he experimentado, cualquier error que he cometido, cualquier locura que he observado en la vida privada y en la pública, ha sido la consecuencia de haber actuado sin pensar.

Piensa con discernimiento, Segunda parte

El discernimiento es esencial. El amor sin discernimiento produce y promueve más herejía de lo que cualquiera de nosotros esté dispuesto a creer. Una de las tácticas de sobrevivencia al enfrentar «las flechas encendidas del diablo» (Efesios 6:16) es asegurarnos de que hemos ajustado muy bien a nuestro cuerpo el cinturón de la verdad.

Piensa con discernimiento, Primera parte

El que no sabe, y no sabe que no sabe, es un necio; evítalo.
El que no sabe, y sabe que no sabe, es un niño; enséñale.
El que sabe, y no sabe que sabe, está dormido; despiértalo.
El que sabe, y sabe que sabe, es sabio; síguelo.

Las Amistades

Estoy hablando de personas que le aman demasiado como para dejarle jugar en tráfico peligroso. Ellos también le aman demasiado como para dejarle subir los humos a la cabeza. Cuando detectan que el orgullo se comienza a manifestar, lo dicen. Pero también le aman demasiado como para dejarle ser demasiado exigente consigo mismo.

Dios Promete Sabiduría

Adquirir sabiduría es el resultado del esfuerzo mutuo. Es cuestión de trabajar juntos con Dios para producir un estilo de vida sabio. Dios no entrega sabiduría a nuestra puerta como se entrega el periódico.